Martin Shkreli no es el hombre más cruel, hay otros y algunos están en Valeant Pharmaceuticals
Valeant compró los derechos del Nitropress, medicamento recetado para la hipertensión cardiaca, y el Isuprel, para el tratamiento y regulación de ritmos cardiacos anormales. El día que adquirió estos medicamentos, Valeant triplicó el precio de estos. Ahora dos mililitros de Nitropress cuestan 805,61 dólares y un milímetro de Isuprel ronda los 1,346 dólares.
Martin Shkreli es un hombre de negocios que ha saltado a las portadas de los medios por su inhumano método para hacerse más y más rico: subiendo hasta las nubes el precio de un medicamento necesario para el tratamiento de la toxoplasmosis, que afecta con más regularidad a personas con sida, con cáncer y mujeres encinta. Pero Martin Shkreli es solo un espécimen de una nueva forma de ser humano; los demócratas ya han identificado a otro hombre que conduce una empresa sin corazón.
Medio en broma, medio en serio, nadie entiende por qué Valeant ha incrementado los precios de dos drogas pues siguen teniendo, hasta donde se sabe, la misma composición química, lo que quiere decir que no se ha invertido en investigación para mejorar el producto. “De hecho, los únicos cambios en estas drogas desde que han sido adquiridas parecen ser los etiquetados”, dice en una carta la Casa Demócrata.
Políticos del partido demócrata, aparece en varios medios (Washington Post, Bloomberg, The Wall Street Journal, The New York Times), creen que otra empresa farmacéutica se burla de todos, Valeant Pharmaceuticals. Valeant tiene los derechos de dos drogas para el corazón (qué ironía) y la empresa ha subido los precios de estas. Los políticos dicen no haber obtenido respuestas satisfactorias del porqué del alza. Un senador de los Estados Unidos, Claire McCaskill, redactó una carta que envió a Michael Pearson, el CEO de Valeant, una carta que contenía 22 preguntas sobre los medicamentos para el corazón y el alza de estos. Valeant no respondió.
Medio en broma, medio en serio, nadie entiende por qué Valeant ha incrementado los precios de estas pues siguen teniendo, hasta donde se sabe, la misma composición química, lo que quiere decir que no se ha invertido en investigación para mejorar el producto. “De hecho, los únicos cambios en estas drogas desde que han sido adquiridas parece ser el etiquetado”, dice en una carta la Casa Demócrata.
“Valeant está utilizando el mismo modelo de negocio que Martin Shkreli, el antiguo gestor de fondos de cobertura de 32 años cuya compañía recientemente adquirió la droga Daraprim e incrementó el precio de 13,5 dólares a 750 dólares de la píldora de la noche a la mañana”, escribió la Casa Demócrata.
Valeant compró los derechos del Nitropress, medicamento recetado para la hipertensión cardiaca, y el Isuprel, para el tratamiento y regulación de ritmos cardiacos anormales. El día que adquirió estos medicamentos, Valeant triplicó el precio de estos. Ahora dos mililitros de Nitropress cuestan 805,61 dólares y un milímetro de Isuprel ronda los 1,346 dólares.
Otra carta fue enviada, según Washington Post, a Valeant. Esta vez la redactaron el senador Bernie Sanders, precandidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, y el republicano Elijah E. Cummings este verano por el mismo motivo: intentar comprender el incremento de los precios de los medicamentos. Valeant solo alegó que es información “confidencial”.
Mediante un comunicado, Valeant ha declarado que el aumento de los precios de las dos drogas porque son solo vendidas a hospitales y no en farmacias. “Esto significa que cualquiera sea el protocolo para usar estas drogas, estas serán usadas. A los paciencias no se les niega la droga nunca cuando el protocolo dice que se les debe administar”, dijo un vocero de la empresa. Un analista consultado por Bloomberg alega que la razón es sencilla: Valeant quiere maximizar sus ganancias puesto que tiene deudas.
Leer además:
Más de 50,000 personas en el Perú son dueños de una fortuna que supera el millón de dólares.
Proyecto Las Bambas: Declaran en estado de emergencia provincias de Apurímac y Cusco.