El gigante mundial del comercio de materias primas Glencore registró pérdidas de 1.903 millones de dólares (1.569 millones de euros) en 2020, multiplicando casi por cinco los 'números rojos' de 404 millones de dólares (333 millones de euros) contabilizados en 2019, como consecuencia del impacto de las amortizaciones por el deterioro del valor de los activos de la compañía, que recuperará el dividendo tras rebajar un 9,7% su deuda neta.
La cifra de negocio de Glencore entre enero y diciembre alcanzó los 142.338 millones de dólares (117.331 millones de euros), un 33,8% por debajo de los ingresos registrados en 2019, tras asumir un impacto adverso de 5.900 millones de dólares (4.863 millones de euros) por amortizaciones, frente a los 2.400 millones de dólares (1.978 millones de euros) de 2019.
Por otro lado, la multinacional cerró el ejercicio con una deuda neta de 15.844 millones de dólares (13.059 millones de euros), lo que representa una rebaja del 9,7% en comparación con el endeudamiento de la compañía un año antes.
Ivan Glasenberg, próximo a concluir su mandato como consejero delegado de Glencore, destacó la buena evolución de los flujos de caja durante la segunda mitad de 2020, lo que facilitó reducir la deuda de la compañía dentro de los parámetros objetivo, permitiendo así a Glencore reanudar las distribuciones a sus accionistas con un dividendo recomendado de 0,12 dólares por acción.
"Glencore ha estado transformando la industria global de materias primas durante casi medio siglo (...) Hoy en día, la empresa y su cartera de commodities se encuentran en una posición única para las necesidades del futuro. Lista para apoyar la transición a una economía baja en carbono y hacer realidad su ambición de cero neto para 2050", declaró Glasenberg.