- Las cinco ingestas diarias y comer entre horas, hábitos que se abren paso con fuerza
- El fenómeno del 'snacking' pivota para servir a la conveniencia y lo saludable, en lugar de al placer y la costumbre
Ser saludable sale caro. Las personas que practican deporte se dejan 600 euros más de media al año en alimentación que aquellos individuos con hábitos sedentarios. El modelo de vida sana y equilibrada va ganando cada vez más adeptos, como demuestran las olimpiadas de los gimnasios ‘low cost’ con ofertas cada vez más llamativas y el hecho de que el negocio de la proteína vaya a mover 4.000 millones de euros en el mundo este año.
Una persona de más de 35 años que practica deporte lleva a cabo 90 actos más de consumo de media que el individuo sedentario, según el informe 'Food of the Nation 2017' de Kantar World Pannel.
El fenómeno del ‘snacking’ pivota para servir a la conveniencia y lo saludable, en lugar de al placer y la costumbre
Además, la persona que quiera estar en forma debe desembolsar más dinero por sus comidas: 4,13 euros por cada una, frente a los 3,89 que se dejan los que no practican deporte ni se rigen por ese estilo de vida. En total, un deportista se gasta aproximadamente unos 4.718 euros al año en alimentación y, una persona sedentaria, 4.117 euros: 601 euros de diferencia entre ambos.
El cambio en los hábitos del consumo llega también a la importancia que las personas dan a cada comida: la alimentación entre horas, propia de la dieta para deportistas, se abre paso con fuerza y el consumo en comidas principales como la cena, cede terreno. Los tentempiés a media mañana suben un 4,6% ante la caída de entre el 0,5% y el 1,7% del resto de comidas y el desplome del 11,3% del consumo después de cenar.
La clásica estructura de las comidas principales también está cambiando y los consumidores dicen adiós al menú de primero (-8,7%), segundo (-2%) y postre (-4,4%) y abrazan el plato para compartir o acompañar, que se dispara un 18,7%.
Además, el deporte gana cada vez mayor protagonismo en la vida de las personas. Según el informe de Kantar, el porcentaje de personas que reconocen no practicar deporte ha bajado del 53,2% al 46,3% desde 2012. Asimismo, el de personas que afirman practicar ejercicio físico 3 o más veces semanales, ha crecido desde el 19,4% de 2012 al 24,6% de 2017.
Precisamente las personas que practican deporte 3 o más veces a la semana consumen un 6,7% menos en desayuno, comida y cena que los individuos sedentarios. Asimismo, las personas sedentarias consumen un 30,4% menos entre horas que los deportistas.
EL ‘SNACKING’ YA NO SIRVE AL PLACER Y LA COSTUMBRE
El fenómeno denominado ‘snacking’ define a las comidas entre horas, normalmente a media mañana. Los cinco indicadores empleados en el informe de Kantar son especialmente reveladores: el porcentaje de gente que come entre horas por placer (-4,5%), sabor (-5,6%) y costumbre (-14,6%) se ha venido desplomando desde 2012. Por otro lado, el de gente que come teniendo en cuenta la conveniencia (+8,6%) y lo saludable (+5,1%), se ha disparado en ese mismo lapso de tiempo.
Con todo, se ha identificado un mayor protagonismo de los platos caseros (+4%), de la cocina al vapor (46,2%), a la plancha (+8,4%) y los guisados (+6,3%), además del consumo de proteínas (+6%) que le gana terreno al azúcar (-15%). En la composición de los menús, todo esto se traduce en que ahora se consumen el doble de ensaladas de arroz y legumbre, además de más cantidades de sepia, salmón, atún y bacalao. Los que se baten en retirada son las patatas fritas (-38%), la paella (-13%), la ternera (-11%) y el cerdo (-11%).
“Lejos de ser un comportamiento nicho, estamos hablando de una cuarta parte de la población española que se declara activa y que está amplificando las tendencias de alimentación y estilo de vida saludable”, señala Verónica Valencia, Worldpanel Usage Director en Kantar y experta en hábitos de consumo, “lo que abre nuevas oportunidades de crecimiento para mercados y marcas que sepan anticiparse y adaptarse a este perfil”.
Las cinco ingestas diarias y comer entre horas, hábitos que se abren paso con fuerza
De hecho, Valencia reconoce que la población está cada vez más volcada con este estilo de vida más saludable. "Estamos ante una población cada vez más concienciada con el cuidado de la salud a través de la alimentación y el efecto inmediato lo vemos en nuestras rutinas diarias", dice.
Asimismo, recuerda que todos esos cambios ya están aquí y son una realidad. "Modos de cocción con menos necesidad de grasa, reducción del azúcar en la cesta de la compra y búsqueda de opciones más saludables en los momentos de mayor indulgencia como el 'snacking' o el picoteo son cambios que ya están aquí y que vemos de forma más evidente entre quienes más se cuidan, los deportistas", remarca la experta.
LAS CINCO COMIDAS DIARIAS: ¿MITO O REALIDAD?
¿Es realmente beneficioso realizar cinco comidas al día? El porcentaje de personas que suman ingestas diarias a su dieta crece cada vez más, siendo una práctica que se asocia con las dietas para deportistas. En estos momentos, los individuos sedentarios estarían realizando unas 3,15 ingestas al día, frente a las 3,40 (y subiendo) de aquellas personas que practican deporte. Pero, ¿comer más veces a lo largo del día, con ingestas de pequeñas cantidades entre horas, tiene de veras un efecto positivo sobre el organismo?
No hay una verdad absoluta al respecto. Algunos, como Aitor Sánchez, el dietista y nutricionista que está tras el blog midietacojea.com, afirman que la ingesta de cinco comidas al día es beneficiosa para el organismo y nos ayuda a regular el apetito y la saciedad, además de a mantener a raya la glucemia (presencia de azúcar en la sangre) y la lipemia (presencia de grasas en la sangre). Para Sánchez, mediante “ingestas pequeñas y regulares (5 al día frente a las 3 que mucha gente suele realizar) podríamos exponernos a cambios menos bruscos en la glucemia y lipemia, además de mejorar la regulación de nuestro apetito y saciedad”.
La otra cara de la moneda son los estudios, como el de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva, que sostienen la ausencia de relación entre el peso y la composición nutricional de las personas sedentarias con un mayor número de comidas al día. De hecho, otro ensayo llevado a cabo por científicos estadounidenses concluye que un mayor número de ingestas diarias puede estar relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
Todo se reduce a asumir que cada persona es un mundo y en el proceso intervienen desde el tipo de alimentos que consuma hasta su genética, pasando por sus costumbres alimentarias. Lo que está claro es que el modelo de dieta actual está pivotando desde las 3 a las 5 comidas diarias y, en el camino, obligando a industrias como las de la alimentación y restauración a adaptarse a estos nuevos hábitos y tipos de clientes.
Al final todo parece reducirse al tipo de alimento que se consuma, las costumbres y el caso de cada persona. Lo que sí está claro es que las cinco ingestas diarias y la comida entre horas son cada vez hábitos más comunes entre la población, y va camino de cambiar a industrias como las de la alimentación y restauración para adaptarse a este nuevo tipo de clientes.