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Moody's tiene claro que un Gobierno PSOE-Unidas Podemos es ahora mucho más probable que tras las elecciones de abril, aunque también cree que puede durar muy poco. La agencia de calificación ha realizado un informe en el que responde las principales preguntas que ha recibido sobre España y la situación política tras el 10N, y entre otras cosas asegura que dada la dependencia que tendría el Ejecutivo de otros partidos regionales "no constituye a primera vista un Gobierno muy estable que pueda gobernar con confianza durante los cuatro años completos" que supone una legislatura.

Pero no solo eso, porque la agencia, que tiene pendiente revisar el rating de España que actualmente mantiene en Baa1 con perspectiva 'estable', señala también que el país tiene una "experiencia limitada" con gobiernos de coalición que dependen del apoyo multipartidista, por lo que hay un "riesgo material" de que un Ejecutivo de este tipo "no dure todo el mandato". Y es que, recuerda, incluso con todos los partidos que lo apoyarían apoyo a bordo, el Gobierno "seguiría teniendo una mayoría muy pequeña" en el Congreso para sacar adelante medidas.

Entre ellas aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Moody's señala que el Presupuesto para 2020 será la primera prueba de fuego para el Ejecutivo PSOE-Podemos si llega a materializarse, y que en él se verá claramente cuál será la "estrategia fiscal" del nuevo gobierno. "No esperamos una posición fiscal materialmente diferente a la implícita en el Presupuesto rechazado para 2019" que fue presentado por el Ejecutivo minoritario del PSOE.

La agencia recuerda que en su acuerdo ambas formaciones, lideradas por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, se comprometen a aplicar una "política fiscal coherente con los compromisos fiscales de España con la UE". Por eso, a juicio de Moody's, cabe esperar una serie de medidas de recaudación de impuestos, como nuevos impuestos sobre las transacciones financieras y las empresas digitales (las denominadas tasas Tobin y Google), así como impuestos medioambientales más elevados, que la AIReF ha estimado que podrían generar ingresos adicionales de entre 1.600 y 2.500 millones de euros (entre el 0,1 y el 0,2% del PIB) al año.

También cree que podrían volver a ponerse sobre la mesa subidas de impuestos a los trabajadores con ingresos más altos y un mínimo del tipo efectivo de Sociedades del 15%. "Estas medidas ayudarían a compensar, al menos en parte, el aumento del gasto", señala Moody's, que lanza otra advertencia: "los partidos regionales que apoyen al Gobierno exigirán, sin duda, mayores transferencias a sus regiones a cambio de su apoyo".

CUIDADO CON EL MAYOR GASTO

Asimismo, la agencia de calificación aborda también el tema del déficit, señalando que sus previsiones apuntaban ya a "un cambio hacia un mayor gasto social financiado por mayores ingresos fiscales". Moody's considera que la "relativamente baja ratio de ingresos fiscales" de España invita a pensar que "existe un cierto margen para aumentar los ingresos", pero deja claro que "existe el riesgo de que aumenten los compromisos de gasto, que serían difíciles de revertir en circunstancias económicas menos favorables". Y eso, dada la situación actual, con la economía aún fuerte pero desacelerándose a un ritmo cada vez mayor, es algo preocupante.

"Una ralentización significativa del crecimiento, con la consiguiente reducción de los ingresos fiscales, podría dar lugar rápidamente a un nuevo aumento de los déficit presupuestarios", afirma la agencia, que también ve inconveniente la posible reversión de la reforma laboral de 2012 que "mejoró la flexibilidad del mercado laboral y la capacidad de respuesta de la negociación colectiva a la situación económica". Si se produce, dice, sería "negativo para el crédito".

Sobre las pensiones, cree que el objetivo de garantizar tanto la sostenibilidad del sistema público de pensiones como la revalorización de las pensiones en función del IPC son dos objetivos "difíciles de conciliar a menos que se lleven a cabo nuevas reformas estructurales del sistema", y apunta que Cataluña será uno de los temas que marcarán la legislatura. "Aunque un gobierno del PSOE-Unidas Podemos estará abierto a negociaciones con el gobierno regional catalán, no está nada claro si se puede encontrar una solución política", dice Moody's. Eso sí, cree que "las posibilidades de una disminución de las tensiones son mejores ahora que en el pasado".

"El principal fallo del panorama político español actual es el regionalismo y la forma de tratar con Cataluña y el impulso independentista del gobierno regional. Los pequeños partidos que pueden apoyar a la coalición PSOE-Podemps están todos en general a favor de alguna forma de negociación con Cataluña", lo que "podría apoyar la longevidad de una coalición de este tipo con apoyo externo multipartidista".

Como dice Moody's, "la experiencia de otros países indica que los gobiernos de coaliciones minoritarias o multipartidistas no son necesariamente una receta para la inestabilidad y la inacción", mencionando casos como el de Portugal, Irlanda o Eslovenia.

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