Cuando llegan las vacaciones de verano, en alguna ocasión las familias deciden esperar al último momento para poder contratar su plan de viajes. Para evitar que las empresas que se dedican a realizar ofertas ante esta situación introduzcan cláusulas abusivas, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos da unas claves para que no se conviertan en un problema.
En primer lugar, el organismo destaca que contratar unas vacaciones en el último momento "no puede suponer una merma en los derechos de los consumidores y usuarios", pero en ocasiones estos precios rebajados suelen realizarlo.
Para evitarlo, la OCU recomienda que antes de contratar una tarifa flexible, "hay que asegurarse que la plataforma es compatible con todas las compañías aéreas", para así eludir que las aerolíneas apliquen cargos si es necesario cambiar la fecha o el horario del vuelo.
Además, es fundamental comprobar que la descripción del paquete vacacional y la información que el viajero obtenga con carácter previo a la contratación es la misma. Si es necesario acudir al servicio al cliente por cualquier circunstancia es obligatorio que sea gratuito.
En el caso de que sea necesario realizar cualquier cambio o una cancelación, se han de tramitar a través de la plataforma, que es la entidad con la que el consumidor ha contratado y la que ha de hacerse responsable de la gestión con el servicio contratado. Si se debe realizar un reembolso también debe hacerse efectivo con la entidad.
Si los consumidores han sufrido algún tipo de problema durante sus vacaciones y se decide interponer una reclamación, la OCU recuerda que los empresarios deben dar respuesta a las reclamaciones recibidas en el plazo más breve posible y, en todo caso, en el plazo máximo de un mes. Asimismo, si se realizan reclamaciones inferiores a 2.000 euros "no es necesaria la asistencia con abogado ni procurador".
