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Archivo - Jason Graffam Senior Vice President - Global Sovereign & Financial Institution Morningstar DBRSMORNINGSTAR DBRS - Archivo

La agencia, tras subir el rating de España, señala la importancia de cumplir el plan de consolidación fiscal y ejecutar los fondos europeos

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

La economía española puede seguir creciendo sustancialmente por encima de la media de la zona euro en el futuro, impulsada por los vientos de cola del mercado laboral, los fondos europeos y la recuperación de la demanda doméstica, según Morningstar DBRS, para la que este positivo contexto macroeconómico invita a profundizar la consolidación fiscal ya que, a pesar de la fragmentación política, España en los últimos años "tiene buen historial en cumplir con sus objetivos fiscales".

En una entrevista con Europa Press después de elevar la semana pasada el rating de España, hasta 'A(alta)' con perspectiva estable, Jason Graffam, analista principal de la agencia para la deuda soberana española, subraya la importancia de "no cantar victoria" y adoptar una postura contracíclica para avanzar en la consolidación de las cuentas públicas "especialmente en un contexto macroeconómico tan bueno para España".

En este sentido, considera "sostenible" el buen ritmo de crecimiento de la economía española que, tras un paréntesis en el último trimestre del año con una expansión "un pelín" menos fuerte de lo anticipado por efecto de la DANA, recuperará en el próximo trimestre cualquier impacto negativo sin mayor daño estructural.

De este modo, en línea con las proyecciones de las principales instituciones económicas internacionales, también espera un crecimiento del PIB de alrededor del 3% este año y un promedio del 2% durante 2025-2027, "bastante por encima de la eurozona", cuya expansión tiene muchos vientos en contra, mientras que España se está beneficiando por vientos de cola.

"Son dos historias", explica Graffan para referirse a la narrativa de los últimos años, donde el turismo ha acaparado la atención, aunque la dinámica de crecimiento "es mucho más amplia", mientras que mirando hacia adelante la palanca que va a empujar la economía ya no es tanto la demanda externa, sino la demanda doméstica, sin olvidar el impulso de los fondos europeos, que representa un capital bastante grande para mejorar la estructura de la economía.

Sin embargo, considera que también existen debilidades y retos, como el mercado laboral, con un nivel alto de desempleo estructural, precariedad entre los jóvenes, además de temporalidad, si bien ha mejorado bastante, mientras que otro frente pasaría por las cuentas públicas, "que es otro ejemplo de mejora, pero desde un mal punto de partida".

Con la expectativa de un déficit este año del 3% del PIB, España ya no es un elemento aislado negativo y no queda atrás en comparación al promedio de Europa, después de muchos años de registrar déficits varios puntos del PIB por encima del promedio de la zona eurro, lo que para el analista de DBRS supone otro ejemplo de mejora.

Sin embargo, este advierte de que "es importante no cantar victoria", ya que falta por consolidar más las cuentas públicas y especialmente en un contexto macroeconómico tan bueno para España.

En este sentido, sobre la base del plan de consolidación presentado por el Gobierno español a Bruselas, Graffam opina que el objetivo de llegar a un déficit de 2,5% del PIB en 2025 es más creíble que el 0,8% previsto para 2030, aunque considera normal tener más claridad de cara a los próximos años que respecto el final del horizonte de previsión.

De este modo, en línea con la Airef, define el documento más como una serie de promesas que un plan, aunque subraya que tener el documento es importante porque a partir de él, de los objetivos, pueden manejarse expectativas.

"¿Cómo exactamente lo van a hacer? Creo que no está tan claro y eso es el trabajo que viene", señala, aunque recuerda que España "en los últimos años tiene buen historial en cumplir con sus objetivos fiscales".

Asimismo, si bien apunta que los objetivos contemplados podrían ser más ambiciosos, desde el punto de vista de una agencia crediticia cumplir con los objetivos, aunque sean menos ambiciosos, es muy importante

CONSOLIDACIÓN Y FONDOS EUROPEOS.

En opinión del analista principal de DBRS para la deuda soberana española la cuestión no pasaría tanto por pensar en grandes reformas, sino en avanzar en dos tareas bastante importantes para la clase política española, como son cumplir con el plan de consolidación fiscal, que se trata de controlar el crecimiento de gastos y también manejar los fondos europeos, que hay que absorber antes de 2026.

"No es una tarea fácil", reconoce el experto, subrayando que si eso se hace bien, es una gran oportunidad para el país de mejorar su estructura y aumentar su capacidad de producción.

Sobre estas cuestiones, Graffan admite que la fragmentación política puede tener varias consecuencias, aunque subraya que, como analista de deuda, lo que le interesa es si llega a impedir la ejecución del Gobierno.

"Hasta hoy parece que, aunque hay tanta fragmentación, han podido avanzar la legislación necesaria para seguir avanzando en estas dos líneas", reconoce en referencia a la reforma fiscal aprobada hace unas semanas, que abrió acceso al siguiente tramo de fondos europeos.

"Hay riesgos de esa fragmentación, pero hasta el día de hoy no ha impedido seguir adelante en estas tareas", apunta el analista, que resume la situación en que la política española puede ser desordenada, como en muchos otros países, "pero hay resultados".

BRECHA DEL RATING.

Después de que Morningstar DBRS decidiese la semana pasada subir un peldaño el rating de la deuda soberana de España, hasta 'A(alta)' con perspectiva estable, la nota de solvencia española apenas ha aumentado con respecto del nivel previo a la pandemia, cuando era de 'A' con tendencia positiva, y se sitúa por muy por debajo de la asignada a otros países vecinos como Francia, que vio confirmado en septiembre su rating 'AA(alta)' con tendencia estable.

Sobre este asunto, Graffam defiende que la subida y bajada de los ratings "es un proceso gradual" y la acción adoptada la semana pasada con la calificación soberana de España "va cerrando la brecha" con otros países.

En cualquier caso, subraya que es parte de la naturaleza de un agencia de calificación mirar mucho el 'track record', el historial, antes de mejorar la nota.

"Lo que el mercado no quiere de nosotros, de una agencia de calificación, es mucha volatilidad, ir de arriba a abajo, pues hay otros indicadores y hay más información en el mercado que te da un poco más de perspectiva inmediata, pero eso no es necesariamente el trabajo de una agencia de calificación de bonos", explica.

De este modo, asegura que cuando la agencia decide mover el rating, hacia arriba o hacia abajo, es porque considera que hay cambios más a fondo, "más estructurales", por lo que esa cierta lentitud que existe es por diseño.

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