La tasa de desempleo de Reino Unido se situó en el segundo trimestre en el 4%, su nivel más bajo desde 1975, y por debajo de las expectativas de los analistas, que esperaban que se situara en el 4,2%. Por su parte, la productividad repuntó y el crecimiento salarial se desaceleró, según los datos publicados este martes por la Oficina de Estadística británica.
En concreto, el número de personas con empleo se sitúa en 32,39 millones, lo que supone 42.000 personas más que en el primer trimestre del año y 313.000 trabajadores más que en el mismo periodo del año anterior. La tasa de empleo (la proporción de personas de 16 a 64 años que estaban en el trabajo) fue del 75,6%, sin cambios en comparación con el primer trimestre de 2018, pero mayor que el año anterior (75,1%). Además, el 80,1% de los hombres tiene empleo, el nivel más alto desde abril de 1991, frente al 71% de las mujeres.
Así, hay 1,36 millones de personas desempleadas (personas que no trabajaban pero que buscan y están disponibles para trabajar), 65.000 menos que entre enero y marzo de 2018 y 124.000 menos que el año anterior.
Hay 1,36 millones de personas desempleadas, 124.000 menos que en el segundo trimestre del año pasado
El número de ciudadanos de la Unión Europea que trabajan en Gran Bretaña también disminuyó en la cantidad anual más grande desde que comenzaron los registros en 1997, continuando una tendencia observada desde la votación Brexit de 2016.
Por otro lado, el crecimiento salarial anual, sin embargo, se desaceleró a un mínimo de nueve meses del 2,4%, un dato por debajo de lo que esperaba el consenso, por lo que ha sido "un poco decepcionante", según los analistas de XTB. "En general, los datos podrían describirse como levemente positivos para la libra", añaden.
Desde CMC Markets explican que pese a la capacidad de recuperación que muestran los datos, la incapacidad de los salarios para mostrar signos de avance continúa actuando como un imponderable significativo. Es probable que esto dificulte aún más el cálculo del aumento en los tipos de interés y es poco probable que modifique las expectativas sobre una subida mucho antes de marzo del próximo año, a menos que se avance significativamente en las negociaciones del Brexit actuales de aquí al final de el año.