Confianza de los consumidores, ¿principal problema para la economía colombiana?
La desaceleración del sector comercio en la primera parte del año está muy ligada a los temores y al impacto de factores externos en el consumo local.
Las recientes caídas en el desempeño del sector comercial son una muestra de la baja confianza que tienen los colombianos a la hora de gastar, impactados por la devaluación del peso, la inflación desbordada y fenómenos sociales y hasta climáticos que están afectando la dinámica interna.
El más reciente Comentario Económico del Día de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, puso su ojo en la baja confianza que han mostrado los consumidores colombianos en los últimos meses y cómo ello está impactando la evolución en la economía del país.
Y es que el desempeño del indicador que mide la Confianza del Consumidor en 2016 ha sido una muestra constante de los miedos que aquejan al bolsillo de los ciudadanos que se ha visto resentido por el debilitamiento del peso, el alza constante en los precios de los alimentos y una inflación que no da tregua y, además, que se ha escapado al control del Banco de la República.
ANIF proyectó un crecimiento del consumo de los hogares de 2.4 % real en todo 2016.
Mientras el Dane reveló que el PIB real de Colombia se expandió a una tasa del 2.5 % anual durante el primer trimestre de este año y resaltó que dicho crecimiento está explicado por el buen desempeño de la industria y la dinámica favorable de la construcción, el sector de comercio y turismo mostró una desaceleración de 1,8 % frente al resultado de un año atrás, evidenciando en los resultados del comercio la falta de confianza que por estos días impacta a los ciudadanos de Colombia.
De acuerdo con los resultados, el comercio pasó de registrar variaciones del 4.1 % anual en 2015-I a tasas de tan solo el 2.1 % en el mismo lapso de este año. Para los analistas de ANIF, “Este deterioro del sector comercio podría obedecer a un menor interés de compra por parte de los colombianos, como respuesta al entorno económico de desaceleración que enfrenta el país”.
Para analizar la situación, ANIF hace referencia al Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora Fedesarrollo y da cuenta de las intenciones de gasto de los hogares a través de la percepción sobre la situación económica actual y las expectativas sobre la situación futura de los hogares y el país.
En el mencionado indicador se ha evidenciado importantes caídas durante el primer trimestre de este año, cuando el ICC registró un balance de respuestas promedio de -20.8, muy inferior al +11.4 reportado un año atrás y tras alcanzar mínimos históricos (desde 2002) en enero-marzo de 2016.
Aunque los especialistas reconocen que el desempeño en el ICC ha mostrado una ligera recuperación después del primer trimestre, al corte de mayo de 2016 el balance de respuestas del ICC fue de -12.5, una caída importante frente al +13.7 de un año atrás.
En el primer trimestre el sector de comercio y turismo mostró una desaceleración de 1,8 % frente al resultado de un año atrás.
Así, las fuertes caídas registradas por el ICC en lo corrido de 2016, según ANIF, “obedecen al mal desempeño tanto de las expectativas de los consumidores como de las condiciones económicas de los hogares”, con un deterioro más marcado en el último aspecto.
Luego de analizar los resultados del ICC por ciudades y sopesar los distintos factores que afectan la dinámica comercial en el país, ANIF destaca que la confianza de los consumidores en el país se ha visto fuertemente afectada al menos por la desaceleración económica, donde el crecimiento bajó de 4.6 % en diciembre de 2014 hacia el 2.5 % en marzo de 2016; por los altos niveles de inflación (+8.2 % al corte de mayo de 2016); y por la fuerte devaluación de la relación peso/dólar (que fue del 37 % en 2015 y sería del 15 %-20 % en 2016).
En su análisis, los expertos concluyen que “el mal comportamiento de la confianza de los consumidores podría ser uno de los elementos detrás de las desaceleraciones exhibidas recientemente por el sector comercio a nivel nacional” y advierten que la posibilidad de “un mayor debilitamiento del consumo de los hogares en lo que queda del año, especialmente en el caso del consumo de bienes durables (cuyo crecimiento pasó del +10.5 % en 2015-I al -4.6 % en 2016-I)”.
Destacando que el consumo privado sería una de las fuentes de la desaceleración económica de este año, ANIF proyectó un crecimiento del consumo de los hogares de 2.4 % real en todo 2016, que apalancaría crecimientos del sector comercio (y turismo) de apenas un 2.9 % real.
LEE ADEMÁS:
En Colombia existen más líneas de telefonía móvil que personas.
El paro camionero también está impactando la construcción de viviendas en Colombia.