MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Teatro Real ha estrenado este viernes 30 de noviembre una nueva producción de 'Turandot', de Gioacomo Puccini, cuyas funciones dedica a la memoria de Montserrat Caballé, fallecida el pasado 6 de octubre y que tantas veces interpretó a las protagonistas femeninas de esta historia.
Así lo ha puesto de manifiesto el director artístico del coliseo madrileño, Joan Matabosh, que ha subido al escenario antes de la función para rendir un sentido homenaje a la soprano española. Junto a él, un emocionado Robert Wilson, director de escena de la pieza, ha expresado, conteniendo las lágrimas, su cariño y admiración por la artista, que siempre proyectaba "la imagen de una niña".
'Turandot' es un drama lírico en tres actos que tiene su momento cumbre al principio del tercero, con el aria 'Nessum Dorma' (Que nadie duerma), a cargo del príncipe desconocido (Calaf), interpretado esta noche por el norteamericano Gregory Kunde y que popularizaron en sus conciertos los tres tenores José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti.
Puccini murió de cáncer dejando su obra inacabada poco después de esta aria y el Teatro Real, que vuelve a subirla a las tablas veinte años después, en coproducción con las óperas de Canadá, Lituania y Houston, ha optado por el final que culminó Franco Alfano, bajo la supervisión de Arturo Toscanini, quien dirigió el estreno póstumo de la ópera en La Scala de Milán, en 1926.
Con libreto de G. Adami y R. Simoni, basado en un cuento de Carlo Gozzi, que se inspira en relatos orientale, 'Turandot' narra la crueldad de una princesa china que somete a sus pretendientes al macabro de resolver tres acertijos o morir decapitados. Pero un príncipe, de nombre desconocido, acepta el desafío y desentraña las tres adivinanzas. La princesa rehusa entonces desposarse y el triunfal aspirante promete dejarla libre si adivina su nombre.
El texano Robert Wilson, que define la pieza como un "extraño cuento de hadas", ha decidido recudir la corte china a un minimalista escenario de paneles móviles, tubos incandescentes y pantallas luminosas que proyectan las sombras del pueblo chino y sus mandatarios, con tonos cromáticos que recorren desde el cálido rojo del día hasta el gélido azul de la noche. Una cigüeña recorre el escenario una sola vez.
PORCELANA CHINA
Sobre este tablero de juego coloca a sus personajes, convertidos en figuritas de fina porcelana china, mirada ausente, movimientos estáticos y expresividad inexistente. Y sobre todos ellos desciende del techo un emperador sentado en un columpio y la princesa, al principio, asoma ante la muchedumbre sobre un altísimo trampolín iluminado. Sólo durante el 'Nessum Dorma' se llena la escena con una estructura que asemeja un laberinto o un bosque que acaba iluminándose.
Además de Kunde, han echado su particular partida de poder y seducción la sueca Irene Theorin, en la piel de Turandot y la canaria Yolanda Auyanet, en el de la leal esclava Liù. Les acompañan con un protagonismo mayúsculo el coro y orquesta titulares del Teatro Real y los Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid. Todo ellos, junto con el director musical, Nicola Luissoti, han sido largamente aplaudidos por el público madrileño.
PING, PANG Y PONG
Mención aparte merecen los tres ministros mandarines -Ping (Martín Royo), Pang (Vincenç Esteve) y Pong (Juan Antonio Sanabria)-, los únicos que se permiten una expresividad exagerada, saltarina y caricaturesca. Desde el patio de butacas, un ministro en ejercicio, el de Cultura, José Guirao, y dos ya retirados, Alberto Ruiz Gallardón y José María Michavila, han podido recrearse con el hastío que proclaman sus homólogos chinos al ver reducida su actividad a "tres gong, tres adivinanzas y adiós cabezas".
Al final, Ping, Pang y Pong sienten como una losa el suicidio de la inocente esclava Liù, lo mismo que al parecer experimentó el propio Puccini durante años por una joven asistenta que se quitó la vida tras ser acusada de seducirle por la esposa del compositor.
Entre los asistentes esta noche a la representación, de la que se ofrecerán un total de 18 funciones -patrocinadas por Telefónica- también se encontraban la directora general del INAEM, Amaya de Miguel; el director del Reina Sofía, Manuel Borja Villel, el duque De Alba, junto a su hijo y su nuera, el arquitecto Rafael Moneo y rostros conocidos como Naty Abascal o Christian Galvez.