Universidad de Guadalajara transforma aceite comestible en biodiesel con planta propia
En lugar de tirar el aceite utilizado en cafeterías y restaurantes, el Centro de Sustentabilidad y Energía Renovable los transforma en combustible
- Utilizan el biodisel en dos unidades de transporte
- Obtienen 200 litros de biodisel al mes
En lugar de tirar el aceite comestible y dejar que se vaya al drenaje o a la basura, la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) ha encontrado una forma de reutilizarlo, ya que desarrollo un programa que lo recicla y a partir de estos desperdicios fabrica biocombustible, el cual utiliza en sus instalaciones y en unidades de transporte.
Desde 2014, a través del Centro de Sustentabilidad y Energía Renovable (CSER), la universidad cuenta con su propia planta de biodiesel, la cual abastece a dos camiones de la casa de estudios.
El líder del proyecto Jesús Uriarte Camacho, el líder del proyecto, destacó que la tecnología que utiliza la planta se desarrolló en la universidad.
"La planta es muy completa, señaló Uriarte Camacho, ya que no deja residuos, pues del aceite quemado que utiliza como materia prima se extraen glicerina y biodiesel de muy buena calidad", señaló el líder del proyecto.
Además "la glicerina puede reutilizarse como simple jabón o destinarse a la industria de los cosméticos, mientras que el biodiesel está listo para ser utilizado como combustible", explicó el universitario.
El aceite se recolecta de cafeterías de la universidad y de cinco restaurantes, luego el CSER lo transforma para obtener alrededor de 200 litros al mes de biodiesel.
“La planta de la universidad elabora un biodiesel similar al diésel fósil, para facilitar su uso en motores diseñados para funcionar con una mezcla de diésel”, señaló el universitario.
La materia prima para elaborar el biodiesel puede ser extraída de plantas, siendo las más comunes la higuerilla, la jatrofa y la palma de aceite, también se pueden utilizar el cártamo, el maíz y la canola.
“El biodiesel permite que las emisiones tóxicas, gases de efecto invernadero y otros contaminantes que emite un vehículo se reduzcan hasta en un 80 por ciento, además se fomenta la conservación del agua al evitar su contacto con el aceite”, señaló Jesús Uriarte.
A pesar de que México está en las primeras etapas para la producción y utilización de biodiesel, en varios países del mundo éste comienza a ser una tecnología superada por nuevos descubrimientos.
La materia prima para elaborar el biodiesel puede ser extraída de plantas, el cártamo, el maíz y la canola
NUEVAS OPORTUNIDADES CON REFORMA
Uriarte Camacho confía en que la Reforma Energética brinde un espacio para el crecimiento del uso del biodiesel, así como la implementación de programas y políticas públicas que obliguen a la mezcla de diésel con biodiesel para vehículos automotores, a fin de evitar la excesiva contaminación.
El desarrollador subrayó que el biodiesel es una buena opción para comercializar, siempre y cuando los volúmenes de venta sean grandes.
“La rentabilidad del biodiesel es muy poca o nula con producción por debajo de 10 mil litros mensuales. Cuando vendes por volumen, de 100 mil litros o más al mes, ya se obtiene una utilidad muy considerable y se convierte en una opción económicamente viable”, agregó.
El investigador advirtió que se requieren de inversiones fuertes y tiempos prolongados para que el negocio del biodiesel florezca, pues en el caso de los cultivos, el nivel de producción óptimo se alcanza del tercer al quinto año luego de la siembra.
En tanto, la universidad busca establecer relación con el gobierno jalisciense para iniciar el uso de biodiesel en los vehículos oficiales en los municipios, para luego abastecer a las unidades de transporte público de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
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