Novo Banco, el antiguo Banco Espírito Santo, pone a la venta su banca privada y su gestora de fondos en España. Estos negocios comprenden un volumen del entorno de los 1.000 millones de euros y podrían estar valorados entre los 60 y los 80 millones, según ha podido saber en exclusiva Bolsamanía.
La entidad de origen portugués es la resultante del rescate en 2014 de Banco Espírito Santo, el cual llegó a ser el segundo banco más grande de Portugal y uno de los más antiguos y conocidos internacionalmente. Novo Banco se quedó con los activos sanos y, en 2017, fue adquirido por el fondo de capital riesgo norteamericano Lone Star.
La filial española ha designado a un equipo interno para que valore sus distintos negocios. Su intención es trocear la compañía y desprenderse de los negocios que no son core para el grupo en España hoy día, como la banca privada y la gestión de fondos de inversión, y centrarse en los que sí lo son, como la “banca de empresas ibéricas”, para compañías españolas que quieran hacer negocio en Portugal y viceversa, afirman distintas fuentes del mercado consultadas por este medio.
La banca privada de Novo Banco está dirigida a clientes con más de un millón de euros de patrimonio financiero. Aunque desde la intervención de BES otras entidades le han robado el grueso de banqueros a Novo Banco, la firma lusa aún conserva cinco banqueros privados con un gran patrimonio medio por banquero, de unos 200 millones.
UN NEGOCIO TOTAL EN ESPAÑA DE 6.500 MILLONES
En conjunto, Novo Banco mueve en España un negocio de más de 6.500 millones de euros. De ellos, 1.000 millones son banca privada, 3.000 millones corresponden a banca patrimonial (clientes con entre 50.000 euros y un millón, lo que otras firmas llaman banca personal) y otros 2.500 millones proceden de la banca de empresas. Este tercer segmento es en el que se quiere reposicionar.
No obstante, apunta una de estas fuentes, “el capital riesgo ha planteado que, incluso, podría vender la banca de empresas como último recurso si no la rentabiliza a medio plazo”.
A finales de 2018, como adelantó Voz Pópuli, relevó a su anterior director general, Rui Guerra, por el también portugués Moraes Sarmento. Es el segundo cambio de máximo responsable que se producía en el mismo año.
Para Novo Banco, sus agentes siempre han sido pieza fundamental del proyecto, pero también éstos están en declive. Llegaron a manejar casi un 25% del negocio total, y ahora solo aglutinan un 14%, según la fuente anterior.
