Un tuit de Pablo Iglesias el 29 de marzo sembró el miedo entre los altos patrimonios de España. El vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos invocó el artículo 128 de la Constitución para recordar que "toda la riqueza del país [...] está subordinada al interés general". Desde entonces, ha habido una avalancha de consultas a los bancos privados por parte de los clientes VIP para saber de qué alternativas disponen en caso de recolocar su dinero fuera de España. La respuesta general está siendo Luxemburgo, si bien en el caso particular de Deutsche Bank también está utilizando como salvoconducto cuentas en Alemania.
El consenso entre las entidades y los banqueros, abogados, consultores y resto de asesores es que, a pesar de los peores presagios, no va a pasar nada y no va a haber confiscación de ningún tipo a las grandes fortunas. Pero, por si acaso, las entidades están barajando distintas vías de escape para este tipo de clientes, ya que algunos no quieren correr ningún riesgo. La coalición de izquierdas entre PSOE y Unidas Podemos ya preocupó de antemano a los ricos, y ahora la crisis del Covid-19 y las posibles medidas extraordinarias al respecto han exacerbado sus miedos.
“El número de consultas se ha multiplicado en las últimas semanas, pero son pocos los clientes que ya han movido su dinero”, coinciden varios banqueros privados. "Buscan seguridad, que no tanto evadir o eludir impuestos", y están a la espera. “Desde las entidades no estamos promoviendo nada proactivamente, solo transmitiendo calma. Pensamos que no va a pasar nada y así se lo hacemos ver a los clientes. Pero tenemos que tener contemplados planes de contingencia”, añaden.
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Holger Doebold liderará la gestora de Deutsche Bank España en sustitución de Jorge MedinaEl común a todos los grandes bancos comerciales y los bancos privados es Luxemburgo. Según una fuente de la banca andorrana, cada día “uno o dos clientes” abren en el Gran Ducado una cuenta. No es una ratio alta, pero el runrún está ahí, instalado entre los inversores. El directivo de un banco privado suizo puntualiza que son los clientes de banca privada “intermedios”, con entre uno y dos millones de euros, los más preocupados por el contexto actual. “Los pocos que han llevado a algún cliente a Luxemburgo en las últimas semanas lo han hecho a modo defensivo, para no perderlos evitando que se vayan a la competencia, como pasó en 2011. Pero con el ánimo de que, cuando todo pase, los clientes vuelvan a España”, prevé este último.
Los altos patrimonios preguntan por Luxemburgo porque es un país AAA dentro de la UE, estable económica y socialmente, sin grandes vaivenes normativos y con un régimen fiscal favorable. Sin ir más lejos, CaixaBank ha obtenido hace pocos días la licencia bancaria luxemburguesa para operar como banca privada en el país, un proyecto que inició hace más de tres años pero que, casualmente, su puesta en marcha ha coincidido con la crisis sanitaria del coronavirus y el pavor a las intenciones económicas de Pablo Iglesias y el resto del ejecutivo en cuanto a los ricos.
DEUTSCHE BANK, A CABALLO ENTRE LUXEMBURGO Y ALEMANIA
Uno de los bancos más activos en movilizar a sus clientes al extranjero está siendo Deutsche Bank, partiendo de la base de que tampoco en niveles remotamente similares a 2011, aunque sí “más de lo habitual respecto a los últimos años”. Varios banqueros del grupo germano afirman que están abriendo numerosas cuentas para clientes españoles por encima de los dos millones a partes iguales en Luxemburgo y Alemania, en este segundo caso por su conocimiento local del país y porque existe un esquema de protección de depósitos más amplio que el español.
En Alemania, además de tener un sistema de garantía de depósitos (SGD) obligatorio para el sector (EdB, por sus siglas en alemán, y equivalente al Fondo de Garantía de Depósitos español) creado en 1998, también existe la posibilidad de adherirse a un esquema de garantía de depósitos voluntario para bancos comerciales, ‘Sparkassen’ (cajas de ahorro) y cooperativas. Cada uno de estos grupos cuenta con su propio SGD voluntario, que complementa al SGD obligatorio. En el caso de los bancos comerciales, el esquema de garantía de depósitos (ESF, en alemán) está financiado, administrado y supervisado íntegramente por vías privadas. En caso de desembolso, el EdB es quien aporta primero los fondos (hasta 100.000 euros) y, solo en el caso de que fueran necesarios más recursos, se acude al ESF, según explica el Anuario del Euro 2016 de la Fundación ICO y la Fundación de Estudios Financieros.
Estos clientes están trasladando a esas cuentas alemanas fondos de inversión, mandatos y carteras tradicionales de bonos y acciones, si bien los banqueros de Deutsche Bank por norma general no son muy partidarios de los unit linked luxemburgueses, cuya solución califican de “fiscalmente muy agresiva”. En el resto de entidades, sin embargo, los unit linked del Gran Ducado están siendo el producto estrella.