La banca privada en España tiene un problema, y lo reconoce uno de sus grandes directivos. Según Víctor Allende, director ejecutivo de Banca Privada y Banca Premier de CaixaBank, las condiciones que se establecen para los usuarios son “poco transparentes y poco homogéneas y, en ocasiones, las propias entidades acabamos liando al cliente”. Por esta razón, el banco catalán ha cogido el guante y ha lanzado para sus clientes ricos un supermercado de fondos -Ocean- con precios personalizables por cliente, simulaciones de backtesting, criterios de inversión sostenibles y, también, gestoras españolas.
Ocean dará acceso a más de 2.000 fondos de más de 140 gestoras, entre ellos fondos indexados y también fondos de gestoras españolas. Y lo hará para clientes con más de 500.000 euros de patrimonio financiero, los catalogados por la entidad como banca privada. No obstante, Allende espera que esta nueva plataforma se abra en un futuro próximo a los clientes de banca premier (o banca personal).
La gran novedad de Ocean respecto a otros supermercados de fondos comparables es que sus condiciones se personalizan en función del modelo de servicio que tiene cada cliente. En el servicio de ejecución, el más básico de todos, los clientes accederán a las clases de los fondos más beneficiosas posibles (como mínimo, la de banca privada), el banco les devolverá las retrocesiones recibidas por parte de las gestoras, aunque sí les cobrará una comisión de custodia de fondos del 0,75%. En el asesoramiento no independiente, no se cobrará comisión por asesoramiento o custodia, pero CaixaBank se quedará los incentivos de las gestoras, que serán afloradas. Pero la mayor baza comercial del grupo con este proyecto será el asesoramiento independiente.
ASESORAMIENTO INDEPENDIENTE
CaixaBank empezó a dar este tipo de asesoramiento hace nueve meses, con la entrada en vigor de MiFID II. En este tiempo, ya ha conseguido que 2.500 millones de euros de 153 clientes no tengan conflictos de intereses y estén bajo la bandera del asesoramiento independiente.
Dentro de Ocean, cualquier cliente podrá recibir asesoramiento independiente siempre y cuando pague, como mínimo, una factura de 30.000 euros anuales, tenga el patrimonio que tenga. En este tercer servicio del supermercado, los inversores entrarán en las clases limpias (sin retrocesiones) o en las clases cartera (un tipo de participación institucional, para carteras discrecionales) de los fondos siempre que éstas existan. Si no existiera ninguna de las dos pero sí hubiera incentivos, CaixaBank le devolvería a sus clientes VIP estas retrocesiones percibidas.
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Mutua Madrileña intentó comprar Orienta Capital, y ahora se plantea retomar la operación“En banca privada, más del 90% de nuestros clientes está asesorado. Cumplimos con MiFID II plenamente. Por eso, esta plataforma va un paso más lejos, intenta dar un valor añadido y no cumplir meramente con la directiva europea”, justifica Allende. El directivo desea que este tipo de iniciativas se extiendan por todo el sector financiero español: “Ojalá el resto de la industria nos siga en este modelo de transparencia, ya que redundará en beneficio del cliente”.
CaixaBank se ha marcado como objetivo conseguir unos 6.000 clientes a tres años vista para Ocean, es decir, en torno al 10% de sus clientes totales en banca privada, que superan los 60.000 y, en promedio, tienen un patrimonio neto de entre diez y 12 millones. En opinión de Allende, “para un cliente no asesorado, este servicio puede ser el más barato de todos los existentes” en torno a fondos de inversión, precisamente por la devolución de las retrocesiones.
BACKTESTING, ISR Y GESTORAS ESPAÑOLAS
De forma complementaria, a Ocean se le añadirán algunos extras durante las próximas semanas. Uno de ellos será el backtesting de fondos. Aunque rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, los inversores podrán simular cómo se habría comportado una cartera escogida por ellos o recomendada a su medida en momentos pasados del mercado. También su buscador y su comparador de fondos incluirán criterios de inversión sostenibles, esto es, medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.
Además, los clientes de Ocean tendrán la capacidad de solicitar el alta de nuevos fondos que no estén incluidos en la plataforma a partir de una inversión de 50.000 euros, entre ellos los fondos españoles de derecho puramente español. Según Allende, para que las gestoras locales entren en la nueva plataforma de CaixaBank, tendrán que tener cuenta ómnibus, estar sus fondos en Allfunds Bank e incorporar en los folletos de sus productos la posibilidad de cobrar una comisión de custodia.
Esta opción abrirá un poco más la industria española de fondos, sobre todo para los independientes que no quieren o no pueden ir a duplicar sus estrategias a Luxemburgo para conseguir el pasaporte europeo. Así, si este esquema se cumple, un cliente de banca privada de CaixaBank podría solicitar al banco que incorporase a Ocean los fondos de Francisco García Paramés en Cobas o los de Lola Solana en Santander, por ejemplo, ya que -en teoría- el banco no le pondría pegas. “No debería ser un problema, pero no estamos ahí todavía”, reconoce Allende, en especial en lo referido a los fondos de otros grupos bancarios competidores.