Fuga del “Chapo”, escándalos inmobiliarios y crisis de seguridad marcan el Tercer Informe de Gobierno

Justo a la mitad de su administración, Peña Nieto vive una crisis de credibilidad y aceptación que está en niveles más bajos registrados en los últimos años

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Bolsamania | 02 sep, 2015

El presidente de México cumplió con su responsabilidad constitucional de entregar a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, su Tercer Informe de Gobierno al pleno de la Cámara de Diputados, pero para algunos sectores de la sociedad su administración ha quedado corta en muchos sentidos, sobre todo por los hechos que marcaron trágicamente el transcurso de este año de gobierno.

El primero y que ha sido un lastre para el gobierno de Peña Nieto es el caso Ayotzinapa. La desaparición de 43 estudiantes y su posterior asesinato con signos de tortura y crueldad desmedida, según la versión oficial, marcó su tercer año de gobierno y daño su imagen ante el mundo.

Fue tal el impacto de este hecho, que opacó a las 13 reformas constitucionales de gran calado que se aprobaron en los primeros dos años de gobierno. Conmocionó al país, lo puso en la mira del mundo y todavía sigue el tema pendiente para los padres y familiares de los estudiantes desaparecidos.

Como forma de protesta, al mismo tiempo que Osorio Chong entregaba el informe en el pleno de la LXIII Legislatura, los padres realizaron su “contrainforme” de gobierno en donde hacen una crítica a la administración de Peña Nieto.

“La abrumadora reacción de repulsa y exigencia de justicia ante este hecho, originalmente en manos de las autoridades judiciales de Guerrero, pasó después al gobierno federal y dos meses después –27 de noviembre– el propio Peña Nieto asumió el hecho como un imperativo del Estado mexicano y de nuevo desde Palacio Nacional se sumaba al grito de ‘‘¡Todos somos Ayotzinapa!’’, publicó el diario La Jornada para ejemplificar la trascendencia del hecho.

Sin embargo, poco ha cambiado luego de un año. La “verdad histórica” decretada por la Procuraduría General de la República (PGR) y del entonces procurador Jesús Murillo Karam, sigue intacta y no hay rastro de los estudiantes desaparecidos.

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ESCÁNDALO DE LA CASA BLANCA

Pero otro hecho que marcó la administración, la imagen y que golpeó la aceptación de la figura del presidente fue el escándalo inmobiliario que involucró al propio Peña Nieto, su esposa y Luis Videgaray.

La “casa blanca” con un costo de más de 7 millones de dólares comprada por Angélica Rivera fue uno de los escándalos más grandes de esta administración. Luego siguieron las casas de descanso de Peña Nieto en el Estado de México y la del secretario de Hacienda Luis Videgaray.

La “casa blanca” tuvo un costo de más de 7 millones de dólares

Las críticas sociales, las exigencias de sus opositores políticos para que se castigaran estos actos que presuponían arreglos ocultos entre contratistas y funcionarios y la carga de los medios extranjeros obligaron al presidente a designar una comisión investigadora para que determinara posible tráfico de influencias o “conflicto de interés” en la compra de estos inmuebles.

Se designó a la Secretaría de la Función Pública a realizar este trabajo y el 21 de agosto pasado, el titular de esta secretaria, Virgilio Andrade, determinó la inexistencia de algún conflicto de interés y ratificó que las compras de los inmuebles habían sido de forma legal y sin aprovechar sus puestos de funcionarios públicos.

Pero para la sociedad, la falta de castigos y la forma en que se llevó la investigación, han dejado a muchos inconformes. A pesar de su exoneración pública, la imagen de Peña Nieto quedó dañada y con una falta de credibilidad y aceptación que ha ido de un 78% al inicio de su sexenio, a rondar el 15% a finales del mes de julio según una encuesta elaborada por el periódico Reforma.

ENTORNO ECONÓMICO MUNDIAL

El entorno económico mundial también ha golpeado a México y a los objetivos del gobierno mexicano. El precio del petróleo a la baja ha obligado a las autoridades a recortar presupuestos, reducir apoyo a programas sociales y a tener poco éxito en las licitaciones de la Ronda Uno en la apertura del sector.

Así, hace apenas un año, en su segundo informe de gobierno el dólar se compraba a 13.07 pesos, ahora está por encima de los 17.15 por dólar y ha tenido una devaluación de alrededor de 27.7%, según cifras oficiales.

Esto ha detenido las posibles inversiones sobre todo en el sector de los hidrocarburos, en donde el gobierno federal tiene puestas todas sus esperanzas para lograr un desarrollo económico constante y que tenga beneficios sociales a corto plazo.

El efecto de estos factores han hecho que los pronósticos de crecimiento de la economía mexicana se reduzcan y que la Secretaría de Hacienda la ubique entre 2% y 2.5% a finales de este año.

Y a pesar de que han llegado de 82 mil millones de dólares vía inversión extranjera directa y la creación de un millón 400 mil empleos formales, también se dio a conocer que entre 2012 y 2014, el número de pobres en el país creció en 2 millones para llegar a 55.3% del total de habitantes en México, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A pesar de que han llegado de 82 mil millones de dólares vía inversión extranjera directa hay 55 millones de pobres

SEGURIDAD Y CORRUPCIÓN

Otro hecho que marca el tercer año de gobierno es la fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal de máxima seguridad el altiplano. El “Chapo” Guzmán había sido capturado el 22 de febrero de 2014, en algo que se colocó como un ‘‘gran triunfo’’ de esta administración.

Sin embargo, el 11 de julio de 2015 un túnel construido por debajo de su celda, condujo al capo nuevamente a su libertad sin que ninguna autoridad carcelaria se diera cuenta de la construcción de este pasadizo secreto.

A pesar de que hay una conclusión final de cómo logró la construcción de este túnel, todo apunta a fallas en los sistemas de seguridad del penal y la existencia de un intricado sistemas de redes de corrupción y complicidad que llevaron al “Chapo” a fugarse de prisión.

Esto y los eventos violentos en Guerrero, Jalisco, Michoacán y Estado de México, han puesto en duda nuevamente la eficacia de la estrategia de seguridad implementada por el gobierno federal.

‘‘Lo reconozco, México aún no se está moviendo a la velocidad que todos queremos. Hay tres frenos que lo impiden: la corrupción, la desigualdad y una situación mundial complicada que se refleja en la caída del precio del petróleo’’, es la conclusión a la que llega el presidente en su tercer Informe de gobierno.

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