Decisión de Ford afectará inversiones de proveedores que llegaron a México atraídos por su planta

Con la planta de Ford en San Luis Potosi también se van inversiones de proveedores, que ya tenían listo su plan de expansión atraídos por la fuerza de la armadora

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Bolsamania | 09 ene, 2017

San Luis Potosí y el sector automotriz mexicano se quedaron solo con la ilusión de ser la sede de la nueva planta de Ford, pero más allá de perder la inversión directa de la armadora, esto también ha generado un impacto negativo en proveedores y pequeños fabricantes.

La abrupta decisión de Ford Motor de cancelar una planta de mil 600 millones de dólares en el centro de México asustó a una red de proveedores que apostaron por una creciente base de clientes y que ahora están alarmados por el riesgo que la agenda de Donald Trump podría plantear a toda la economía del país”, señaló Reuters.

Como generador de dinamismo económico, la planta de Ford representaba empleos directos, indirectos y un ciclo productivo para muchas empresas relacionadas a la industria automotriz.

Muchos fabricantes de autopartes comenzaron a expandirse anticipándose a la planta de Ford en el estado de San Luis Potosí, donde la industria es "fácilmente 70%" dependiente del sector automotor, dijo Julián Eaves, director de Preferred Compounding de México, productor estadounidense de compuestos de caucho que opera en el país.

"Va a tener un enorme impacto en la comunidad local", dijo Eaves, al estimar que las pérdidas económicas podrían sumar cientos o incluso miles de millones de dólares en los próximos cinco años.

Las pérdidas podrían ser sólo el comienzo de los problemas que enfrentará México por las promesas de Trump de sacudir el comercio y de llevar empleos de regreso a Estados Unidos cuando asuma la presidencia el 20 de enero, señaló Reuters.

Ford atribuyó su decisión a una menor demanda de modelos compactos en Norteamérica, como los que planeaba fabricar en San Luis Potosí. Pero Trump había criticado a Ford desde hace meses por sus operaciones en México.

"Fue decepcionante pero fue una decisión de mercado. La gente cree que fue por los tuits de Donald Trump, pero como lo he mencionado es por una necesidad de mercado", respondió Fields a Expansión.

"Hicimos lo que era correcto para nuestro negocio. En pocas palabras, ya no necesitamos la capacidad (...) No tuvo nada que ver el gobierno", señaló Fields.

Las pérdidas podrían ser sólo el comienzo de los problemas que enfrentará México por las promesas de Trump

Pero a pesar de estas declaraciones, Trump continúo con sus amenazas de fijar un "impuesto de frontera" a la automotriz japonesa Toyota Motor Corp por los autos que venderá a Estados Unidos desde una nueva planta en México, alimentando temores de una ofensiva total de su Gobierno contra la industria mexicana.

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EL CEMENTERIO FORD

En cuestión de días, el anuncio de Ford convirtió el sitio donde se ubicaría la planta en una llanura estéril muy alejada de su promesa económica.

"Esto parece ya un cementerio", dijo Fernando Rosales, un contratista de 28 años que se preparaba para abandonar el lugar. "Ya se murió, puro muerto aquí, ya nos vamos todos", comentó.

La cancelación de la planta de Ford también pone freno a los planes de las automotrices de Detroit de armar autos compactos en México para reducir sus costos laborales, mientras utilizarían mano de obra más cara en Estados Unidos para vehículos de mayor tamaño y precio más elevado.

Cerca del infausto sitio de Ford, otros importantes protagonistas de la industria automotriz mundial realizan de millonarias inversiones, incluyendo a General Motors, a quien Trump también ha criticado repetidamente por invertir en México”, dijo Reuters.

El fabricante de autos alemán BMW construye una planta de mil millones de dólares y a pocos kilómetros del terreno de Ford, Goodyear Tire & Rubber prepara una planta de neumáticos con una inversión de 550 millones de dólares.

“Las críticas contra México del presidente electo de Estados Unidos han mostrado cómo las compañías en la cadena de suministro están expuestas a los vaivenes de los fabricantes estadounidenses que están bajo presión para no llevar su producción fuera de su país”, señaló Reuters.

Entre 40 y 50 proveedores, principalmente extranjeros, estaban listos para llegar y abastecer a la planta de San Luis Potosí, dijo Sergio Resendez, de la firma de bienes raíces Colliers International.

Entre 40 y 50 proveedores extranjeros estaban listos para abastecer a la planta de San Luis Potosí

Entre 12 y 14 de los proveedores ya habían invertido dinero en la compra de tierras o firmado contratos con desarrolladores, dijo Resendez, aunque Puente sugirió que el número era menor.

"Es un hueco muy, muy complicado (...) para los proveedores, pues dependiendo del grado en el que iban de avance, sí van a perder dinero porque ya habían hecho inversiones importantes", dijo Resendez.

EFECTOS NEGATIVOS EN PROVEEDORES

Según Armando Bravo, director del Centro de Desarrollo de la Industria Automotriz en México (CeDIAM), por cada nueva planta armadora que se instala en el país llegan entre 10 y 30 proveedores Tier 1 que trabajan directamente con las armadora, lo que representan inversiones por de cada uno están entre 100 mil y 150 mil dólares.

Por otra parte, la desarrolladora de parques industriales Lintel, al menos cinco fabricantes de autopartes se acercaron a la desarrolladora para cotizar terrenos donde instalar nuevas plantas con la que abastecer al complejo que la armadora estadounidense construiría en San Luis Potosí.

Ford anunció en los últimos tres años inversiones por 3.5 millones de dólares para incrementar su capacidad instalada en el país: hacia 2020 produciría 400 mil autos adicionales a sus 490 mil actuales, además de 1.2 millones de motores y 800 mil transmisiones, según cifra de Expansión.

“Esta mayor producción significaría más demanda de componentes, por lo que la filial mexicana calculaba incrementar en mil 500 millones de dólares las compras a proveedores en el país hacia 2019, pasando de 14 mil 500 a 16 mil millones de dólares”, señaló el portal.

Entre los proveedores de Ford en México están Faurecia, fabricante de asientos, escapes e interiores; Benteler, de tubos de escape; Flex-N-Gate, que produce estampados, fascias, defensas y paneles de plástico; e IAC, proveedor de válvulas.

La armadora estadounidense también compra componentes a las firmas mexicanas Nemak, Metalsa, Vitro y Bocar.

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