Que todo el mundo no puede acceder a financiación bancaria en la actualidad en nuestro país, es un hecho incontestable, el grifo crediticio sigue fluyendo de la manera que sigue fluyendo; con un hilo pequeño en el que desde luego no sólo representará la demanda por parte de los usuarios para productos crediticios.
En este contexto resulta normal que volar a aparecer figuras que nunca desaparecieron; figuras como los préstamos entre particulares que, bien al estilo de siempre, bien en su nueva versión reinventada a través de Internet, son una puerta abierta para aquellas personas que buscan financiación alternativa a la que puede ofrecerle el sistema bancario.
Cosas que si y cosas que no de los préstamos entre particulares
Realmente más que de cosas en plural, debiéramos hablar de una cosa en concreto que será la que determinará realmente si los préstamos entre particulares se realizan de manera correcta o no; la formalización.
En muchas ocasiones, máxime cuando se trata de préstamos entre familiares, tendemos a olvidar formalizar estas operaciones; esto es un error de bulto, fundamentalmente para quien presta el dinero, y de hecho puede tener consecuencias fiscales importantes a la hora de la recepción de la devolución de lo prestado, que puede ser considerado por hacienda fiscalmente de una manera no deseada, seguro, por el usuario y tributar de tal modo.
Por tanto la cuestión básica es formalizar el acuerdo; la formalización, que puede ser perfectamente certificada por la propia tesorería de hacienda y que deberá realizarse a partir de un modelo de contrato firmado por ambas partes que recoja las características concretas del préstamo; importe, duración, plazo de devolución, interés aplicable ( interés 0 si no se aplicara ninguno)… en definitiva todas las condiciones necesarias que acreditan la operación, y que, con la validez que nuestro país este tipo de contratos poseen, puede convertirse para ambas partes en un seguro ante futuros problemas sobre el préstamo.
El préstamo entre particulares reinventado
Seguramente el lector habrá podido advertir como en los últimos años, van apareciendo en Internet plataformas cuya funcionalidad es la de poner en contacto a personas que buscan financiación, con personas que pueden ofrecerla buscando a cambio rendimiento por su aportación.
Este modelo alternativo de financiación realmente en algunos puntos geográficos del continente europeo, fundamentalmente en el norte de Europa, están logrando no sólo afianzarse si no convertirse incluso en una alternativa potente en lo que financiación se refiere a las bancas locales, en nuestro país tenemos también, entre otras opciones a la empres pionera a tal efecto Comunitae que opera desde su propia plataforma web.
La posibilidad de poner en contacto a quienes desean rentabilizar su dinero con quienes necesitan financiación a través de un canal que, de entrada, permite personalizar mucho más la búsqueda y obtener costes menores por la financiación deseada, se convierte todos los efectos en una renovación del concepto de préstamos entre particulares que además, viene a desembarcar en un momento en el que realmente todas las posibilidades de financiación alternativa acaban siendo bienvenidas
