Ser propietario de una pequeña empresa no es nada fácil. Aparte de los problemas que los propietarios tienen que hacer frente en el negocio operativo, el más grave de los problemas es el aumento de capital. No es fácil obtener capital para uso empresarial, especialmente en un entorno en el que los propietarios de pequeñas empresas se les conceden un estatus similar a los prestatarios con mal crédito. El autoempleo se considera un caso de mal crédito debido a la generación de ingresos inestables, es decir, para muchos prestatarios un pequeño empresario pagará cuotas fijas de un préstamo si no ha hecho muchos ingresos en un mes en particular. Por tal razón, los bancos y las instituciones financieras no están receptivos a las demandas de los propietarios de pequeñas empresas.
No obstante, un préstamo especial fue diseñado especialmente para esta situación, pocos prestamistas, quienes no quieren perder la oportunidad de darle este crédito al grupo creciente de dueños de pequeños negocios, ideó dicho préstamo. Se le conoce como préstamos comerciales. Los préstamos a pequeñas empresas se idearon con el objetivo de invertir en una serie de propósitos empresariales como la expansión de sus instalaciones, la compra de tecnología, la compra de nuevas herramientas y equipos, y también para comprar materia prima y pagar los salarios a los trabajadores.
Los prestamistas poseen un riesgo moderado al ofrecer este tipo de préstamos, pero no es diferente a cualquier otro préstamo. El principio de riesgos financieros implica el mantener suficiente cobertura contra estos riesgos. Por lo tanto, los prestamistas utilizarán con frecuencia este principio. Tomemos, por ejemplo, la tasa de interés. El tipo de interés aplicado a los préstamos comerciales es superior a la normal. Del mismo modo, los prestamistas sólo echan una suma limitada de préstamos a estas pequeñas empresas. Esto demuestra que los prestamistas pueden prepararse para adquirir cualquier riesgo que pueda surgir en el futuro.
Los prestatarios pueden obtener un acuerdo diseñado con el objetivo de que estos puedan pagar las cuotas del préstamo con facilidad. Los préstamos comerciales con un plan de pago flexible, resuelve el problema de la mayoría de los empresarios. A través de un plan de pagos flexible, los prestatarios no tienen que hacer pagos pre-determinados en períodos pre-determinados. En función de los ingresos mensuales adquiridos, los dueños de estos negocios podrán realizar los pagos específicos. Por lo tanto, en ciertos meses (o cualquier otra periodicidad elegida por el prestatario) el dueño de la pequeña empresa no puede hacer los pagos suficientes, en otros meses realizará pagos en exceso y en algunos casos no podrá pagar las cuotas establecidas.