Realmente las necesidades de financiación de un usuario, de cualquiera de nosotros, se pueden presentar en cualquier momento y desde luego resultar poco oportunas y plantearnos problemas complejos, que en el mejor de los casos se podrán resolver a través de los préstamos bancarios.
Es cierto, como hemos visto en otros artículos, que en los últimos años debido fundamentalmente a la crisis económica por la que atravesamos, el consumo de préstamos y créditos ha disminuido de manera ostensible, aunque realmente podríamos hablar más de una racionalización del uso este tipo de productos bancarios que durante un período determinado nuestra economía se utilizaron, permítannos la expresión, tal vez con demasiada alegría.
Uno de los principales problemas que a cualquier usuario se le puede plantear a la hora de la solicitud del préstamo es el hecho de las garantías que estos productos nos pueden llegar a pedir a la hora de su contratación, una situación bastante común es la de aquellos usuarios, pequeños ahorradores, que disponen de una cierta cantidad de dinero colocada en un depósito o imposición a plazo fijo, esta situación es el usuario puede tener la tentación de la retirada de esta capital para hacer frente a su necesidad de financiación, sin embargo, productos como el Préstamo Anticipo Imposición Plazo Fijo Banesto viene precisamente a proponernos utilizar dichas imposiciones o depósitos como garantía para la consecución de un préstamo de que continuación analizaremos sus principales características.
Este producto realmente lo que nos viene a ofrecer es la posibilidad de pignorar nuestras posiciones de pasivo y obtener de este modo la financiación necesaria, por tanto, no deberemos deshacer dichas posiciones, mantendremos nuestros ahorros y no tendremos que buscar otras garantías para la financiación.
El producto se nos ofrece con la posibilidad de contratación tanto en la variante de intereses fijos como variables, para un plazo de amortización máximo de hasta 60 meses y con la posibilidad, realmente siempre presente en este tipo de productos como ya sabemos, de contratar tanto seguros de vida como seguros de protección de pagos.
Los cierto es que como podemos comprobar no se trata de un producto complejo en absoluto, realmente bien podríamos catalogarlo como un préstamo al uso, sin embargo realmente la posibilidad de utilizar nuestros depósitos e imposiciones a plazo fijo como base de la solicitud del producto se puede convertir en un método cómodo para aquellos usuarios que, como decíamos, no desean aportar otro tipo de garantías a la solicitud de un préstamo pero, por otro lado, desean mantener intactos sus capitales en inversión y ahorro.
Sin duda estamos ante una propuesta cada vez más común, y que, con la expansión de los depósitos que ya se está produciendo tras la despenalización de los extratipos, se convierte en una opción verdaderamente interesante para aquellos pequeños ahorradores que en un momento determinado necesitan de una financiación puntual y para ella deseen acudir al mercado de productos financieros y más concretamente a los préstamos.
Imagen 1: 401(K) 2012 flickr creative commons
Imagen 1: Public Domain Photos flickr creative commons