A pesar de la situación de dificultad de acceso a los préstamos, las ofertas comerciales siguen presentándonos propuestas de financiación que, a primera vista, parecen sencillas de obtener. De hecho, a nivel usuario, en muchas ocasiones pareciera que solo dependa de nuestra voluntad o necesidad poder acudir a estos productos pero ¿realmente se ha rebajado la dureza de las condiciones de acceso a un préstamo?
El lector ya intuye la respuesta; no. Sin embargo, resulta interesante profundizar un poco en el tema ya que, efectivamente, sobre el papel este cambio se debiera estar dando.
- ¿Qué tipo de préstamo necesito?
No es un único motivo el que se encuentra detrás de esta situación. A pesar de los mensajes positivos en el sentido de una mejora en el acceso al crédito al consumo, las cifras no mienten y esta mejora no sólo no se da sino que nuestro país sigue presentando un rango de concesión de préstamos verdaderamente bajo en dirección a las economías familiares si lo comparamos con el ámbito europeo.
Uno de los motivos fundamentales es que seguimos arrastrando una tasa de morosidad ciertamente elevada. Las entidades financieras no se muestran en absoluto proclives a abrir la mejora de las condiciones de los préstamos a la hora de su contratación en un entorno en el que, desafortunadamente, la morosidad sigue creciendo.
Hace pocos días podíamos comprobar cómo en lo relativo a los préstamos hipotecarios el pasado año 2013 siguió creciendo de manera elevada la entrega de viviendas a la banca, un fenómeno que de momento no parece tener final ya que se sigue considerando que en este sentido existen más de 80,000 millones de euros en crédito dudoso.
La caída del consumo y del poder adquisitivo de las viviendas
Merece un espacio aparte ya que, efectivamente, el proceso de desinflación, la caída del consumo y en general la pérdida paulatina del poder adquisitivo de las economías familiares no son en absoluto un buen indicativo para la rebaja de los condicionantes de acceso a los préstamos.
Durante el presente año, en su primer semestre, el volumen de préstamos concedidos se aleja mucho de la situación de transición en la que se supone estamos inmersos y que culminaría en el año 2015 con el relanzamiento del crédito.
En definitiva, no sólo no se han rebajado las condiciones de acceso a los préstamos sino que a medio plazo tampoco parece una opción cercana.
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