Sin ninguna duda uno de los focos mediáticos más relevantes de los últimos tiempos junto a las precedentes en lo que la banca a nivel usuario nuestro país se refiere ha sido de las cláusulas suelo en los préstamos hipotecarios.
Después de sentencias judiciales que obligaron desde el pasado mayo a la anulación de estas cláusulas a varias entidades en nuestro país, poco a poco entre el resto de entidades financieras se ha ido asumiendo que, con más o menos ganas, con más o menos subterfugios, estas cláusulas están abocadas sino a la desaparición cuando menos a la modificación en los niveles informativos.
En este sentido Santander se convierte de hecho con la anulación de todas las cláusulas suelo de hipotecas procedentes de Banesto, en la primera entidad en nuestro país que retira de manera voluntaria dichas cláusulas sobre los contratos de los clientes que las poseían, una retirada que se aplica con efecto desde el pasado uno de julio de 2013.
En el marco de una consulta informativa realizada por la CNMV la entidad no llega a señalar el peso específico del volumen de cláusulas suelo aplicadas en las hipotecas de Banesto en relación al total de hipotecas vigentes, aunque lo significa como irrelevante. En cualquier caso resulta significativo el hecho de convertirse en la primera entidad que realiza la retirada voluntaria de estas cláusulas sin encontrarse involucrada en el marco de la citada sentencia del mes de mayo. Obviamente la posición de la entidad, teniendo cuenta que Santander no venía aplicando en sus préstamos hipotecarios estas cláusulas, y, lo poco significativa que según la entidad resultaba a la cifra de cláusulas sólo en Banesto, la posición resulta más sencilla a la hora de tomar esta decisión que la de otras entidades, que aún a fecha de hoy continúan manteniendo la validez de estas cláusulas aunque, como en el caso de CaixaBank abriendo puertas a una rebaja de los suelos directamente relacionada con el nivel de vinculación del usuario.
