En el artículo de hoy vamos a repasar uno de esos productos de financiación que se han convertido en verdaderamente atractivos ya que vienen a proponer al usuario un medio sencillo, sin excesivas complicaciones ni papeleos, de acceder a pequeñas cantidades de dinero que podrán ser empleadas en esos casos tan habituales de una necesidad puntual de disponibilidad en metálico.
Credinómina, que así se llama el producto que Cajastur nos propone, responde perfectamente a ese modelo de préstamos que tanto han avanzando en comparación con los modelos tradicionales de préstamo personal.
Este tipo de propuestas, como veremos, poseen unas características bastante concretas que han conseguido captar la atención de los usuarios en función de los elementos fundamentales, por un lado la citada sencillez a la hora de la disponibilidad del producto y por otro, directamente relacionado con lo anterior, la vinculación con la entidad que será la que nos ofrezca tanto esa sencillez y agilidad en la contratación como posibles modificaciones interesantes para los tipos de interés del producto que se verán reducidos de manera sensible como veremos más adelante en este mismo artículo.
El producto nos viene a ofrecer un interesante posibilidad de financiación media con hasta 30.000 € como límite máximo de solicitud para un plazo de amortización máximo de hasta 72 meses en cuotas mensuales correspondiendo 12 cuotas por anualidad.
Como decíamos anteriormente el producto va utilizar como garantía la domiciliación de nuestra nómina o pensión, cuyo importe será tomado como referencia a la hora del análisis de la concesión del producto, pero, la vinculación con la entidad va a proporcionarnos la reducción de los tipos de interés, en este caso tipo de interés fijo, aplicable sobre nuestra operación, incluyéndose dentro de esos productos que favorecen la purificación en forma de reducción del tipo de interés tanto tarjetas, como planes de pensiones o seguros de vida.
De esta manera el usuario, a través de la posesión de una serie de productos como hemos visto ofertados por la propia entidad, pudiera conseguir un préstamo, para el que no se exige una finalidad concreta, interesante en cuanto a su límite máximo y que en el caso de bonificación máxima de reducción del tipo de interés, gracias al modelo de cuota constante, se convierte en un modo relativamente cómodo de asumir los gastos de esas financiaciones puntuales que indicábamos al comienzo del artículo.
Es cierto que las bonificaciones a partir de la vinculación con las entidades financieras se han convertido sin duda una de las grandes bazas de estas a la hora de plantear productos más atractivos para los usuarios, algo que no sólo se da en los préstamos, pero que sin duda es en este tipo de productos donde más puede resultar interesante por lo que de abaratar el producto supone.
En definitiva una interesante propuesta de la entidad para un modelo de financiación que se convierte en cómodo y asequible.
Imagen 1 y 2: Nils Geylen flickr creative commons // You As A Machine flickr creative commons