Cine y negocio parecen siempre una combinación bien avenida. Los taquillazos, como el recientemente protagonizados por la comedia Ocho Apellidos Vascos suelen mostrar la cara bondadosa del negocio cinematográfico en la que todo parece posible, sin embargo, por supuesto, existe una cara B representada por el fracaso de taquilla que convierte en muy mal negocio la inversión y arruina carreras y empresas.
En general para valorar la profundidad del desastre económico de una película, al menos en esta lista, se ha tenido en cuenta tanto la inversión inicial como el periodo de tiempo en el que se inserta y las esperanzas pre producción que levantaba, en definitiva esas enorme producciones que requieren de complejas financiaciones y de la contratación de préstamos que acaban convirtiendo una película en unidad de negocio capaz, en muchos casos, de decidir el éxito o la quiebra de productoras y compañías participantes.
Es por ello que prácticamente todas las películas que conforman este tipo de listas son siempre superproducciones con origen en Hollywood, esto desde luego no significa que el cine europeo no tenga sus pequeños y grandes desastres recaudatorios, pero generalmente en lo que a volumen se refiere son menores.
Fracasos anunciados
Pluto Nash
Probablemente estamos ante uno de los mejores ejemplos de cómo a veces la industria cinematográfica se vuelve obtusa. Esta película, estrenada en 2002 con unas pérdidas estimadas en el entorno de los 100 millones de dólares, no sólo tardó casi 15 años en filmarse desde la entrega del guión, sino que la propia productora la mantuvo una vez rodada en el cajón, avergonzados tal vez de lo mala que era. Resulta significativo que su protagonista, Eddie Murphy se negara a realizar la campaña promocional.
La Mascara II
Después del enorme éxito de la primera entrega parecía lógica una segunda parte para continuar estirando el filón. Sin embargo resultaba ya de entrada complejo plantearse obtener el mismo éxito cuando ninguno de los dos actores principales de la primera parte, ni Jim Carrey ni Cameron Díaz, quisieron intervenir. La película contó con un presupuesto superior a su primera entrega pero aún así apenas logró recaudar un 30% de la inversión, con unas pérdidas estimadas superiores a los 70 millones de dólares.
Catwoman
Una película ruinosa en lo económico no tiene por qué ser necesariamente una mala película, sin embargo, en este caso las pérdidas superiores a los 60 millones de dólares (sobre algo menos de 100 millones de coste) parecen totalmente justificadas en una película que no sólo fue criticada por su propia protagonista Halle Berry, que recibió el premio Razzie a la peor interpretación, sino que pasa por ser una de las peores adaptaciones de comic a cine recordadas en la historia del séptimo arte
Fracasos inesperados
Monkeybone
Se esperaba mucho de una película plagada de actores y actrices de primera línea encabezados por Brendan Fraser, donde la combinación de realidad y ficción en dos mundos paralelos en los que el protagonista interactúa no atrajeron al público logrando sólo una recaudación de 3 millones de dólares para un presupuesto superior a los 70 millones.
Vacas Vaqueras y El Planeta del tesoro
Puede parecer que todo lo que tenga que ver con Disney y animación es sinónimo de éxito y beneficios, sin embargo, estas dos películas son claros ejemplos de ruina económica.
En el caso de Vacas Vaqueras las pérdidas fueron superiores a los 70 millones de dólares ,mientras que El Planeta del Tesoro, con un enorme presupuesto para el momento de su producción apenas logro recuperar 50 millones de dólares de los más de 140 millones que costó, provocando una reacción en cadena en la compañía que de hecho significó el cierre de la sección de animación tradicional de la firma.
Más recientes y también incluidas dentro de esta categoría de grandes fracasos inesperados podemos sin duda englobar a Jack el Cazagigantes y El Llanero Solitario, sonoros fracasos recaudatorios.
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