Una de las dudas más habituales de un usuario a la hora de la solicitud de un préstamo, realmente de cualquier tipo de préstamo no sólo de los préstamos hipotecarios, reside en el hecho de la elección del modelo de tipo de interés aplicar al producto; fundamentalmente en la elección tipo de interés variable con tipo de interés fijo, con la puerta abierta por supuesto a las combinaciones a las que denominamos tipo de interés mixto.
Resulta complejo desde el punto de vista del análisis y inclinarse de modo definitivo por una u otra opción de manera general, ya que, dependiendo tanto del perfil de usuario como del modelo de préstamo solicitado, como incluso el destino de dicha financiación, se puede ajustar mejor un modelo de tipo de interés que otro.
Es cierto como punto de partida los tipos de interés fijos, como el que nos viene ofrecer el Préstamo Bonificado Tipo Fijo CCM, resultan más caros por regla general, aunque obviamente por otro lado aportan la seguridad de que los movimientos del mercado no influirán en nuestras cuotas de devolución, aportando una tranquilidad interesante al conjunto de la operación.
Tal vez una de las mayores virtudes que un producto como este préstamo bonificado que hoy analizamos posea resida precisamente en, como lo indica su nombre, la posibilidad de bonificación en forma de descuento a aplicar al tipo de interés, algo que puede venir a paliar el impacto del mayor coste que este modelo de interés, como decíamos, suele acarrear, permitiéndonos disfrutar de las ventajas que presenta a un precio menor.
En el caso que nos ocupa nos encontramos ante un préstamo que no exigirá un objeto determinado, entre los habituales, de financiación, y que en principio tampoco nos marca una limitación de importe a financiar.
La bonificación a que hacemos referencia vendrá dada en virtud del grado de vinculación que el usuario mantenga con entidad, a través tanto de la domiciliación de nóminas o pensiones, como de la contratación de productos como pueden ser planes de pensiones, seguros de vida o tarjetas.
Obviamente se trata de un préstamo consumo, con un plazo amortización máximo de 96 meses para un sistema de cuotas mensuales compuesto tanto interés y capital, interés que al mantenerse fijo nos permite conocer de antemano la cuota que se mantendrá constante durante toda la vida del producto, lo cual puede resultar muy atractivo para determinados perfiles de usuarios.