En más de una ocasión el lector cuando nos ha podido encontrar refiriéndonos por ejemplo a los préstamos para la compra de vehículos es más que probable que en el artículo en concreto figure en algún momento un pequeño repaso a la situación actual de este tipo de modelo de préstamo, una situación que, realmente como la gran mayoría de los productos de financiación, no atraviesa un momento en absoluto bueno.
Pero es que además en el caso de los préstamos para la compra de vehículos se dan circunstancias (salvando lógicamente las distancias de los objetos de financiación a los que se dirigen) muy similares a la de los préstamos hipotecarios, es decir, se trata de productos de financiación, que de manera general como concepto de producto han visto reducida su demanda de manera muy importante, pero que además, los objetos de financiación de ambos casos, se corresponden con sectores que atraviesan en nuestro país verdaderos mínimos en cuanto a la demanda; la vivienda y el sector del automóvil.
Del mismo modo que hace tan sólo unos pocos años plantearse la financiación de un vehículo no resultaba en absoluto complejo ya que se abrían un buen número de posibilidades, lo cierto panorama actual está haciendo volver los ojos a quienes desean comprar un vehículo a los préstamos o créditos directamente dirigidos a este efecto por las entidades financieras, productos como por ejemplo Crediauto de Caja Cantabria.
Realmente no nos vamos a encontrar con un producto con mucho que explicar, se trata de un producto de financiación que nos ofrece para comprar un vehículo nuevo hasta 60.000 € con un plazo de amortización máximo de ocho años, sin embargo, y a diferencia de otros productos similares de mercado, a través de este mismo modelo de financiación vamos a poder plantearnos la compra de un vehículo de ocasión, en este caso, el límite máximo financiable será de 15.000 € mientras que el plazo de amortización máximo se establecerá en cuatro años.
Sin duda en este producto podemos encontrar también una de las razones que motiva esa vuelta a la consideración de los préstamos o créditos para la compra de vehículos por parte de de las entidades financieras desde la perspectiva de usuario, ya que, vamos a encontrar bonificaciones más que interesantes a la aplicación del tipo de interés del producto en función del grado de vinculación que el usuario mantenga con la entidad, la domiciliación de nóminas o pensiones además de por ejemplo la contratación del seguro de automóvil a través de la entidad entre otros ejemplos, para proporcionar un descuento como decimos muy interesante que directamente abarata el producto.
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