Hoy te quiero hablar de las pólizas de crédito, producto de financiación poco conocido ya que se destina fundamentalmente a las empresas pero que una persona física también puede solicitar y pueden ser una buena solución frente a otras vías de financiación.
Una póliza de crédito es un préstamo cuya cantidad es flexible. Dentro de unos determinados límites de dinero puedes coger la cantidad que necesites o quieras y devolverla según las condiciones acordadas. Funcionan como una cuenta corriente, de donde puedes ir cogiendo el dinero y devolviéndolo.
Se diferencia sobre todo de un crédito o préstamo habitual en el que en el crédito tradicional pagas intereses por el dinero que has pedido, da igual que lo uses o no. Mientras en la póliza de crédito solo pagas por el dinero que has usado.
El plazo de una póliza de crédito es inexistente aunque se suele acordar una fecha con el banco para realizar la renovación de la póliza. También hay que tener en cuenta que no siempre se renueva, ya que el banco puede negarse si ve problemas de solvencia.
Los tres elementos principales de una póliza de crédito
El capital disponible o límite
Importe máximo del cual podemos disponer. La varia según el plazo de devolución, el tipo de interés y capacidad de endeudamiento.
El vencimiento
El tiempo que tienes para disponer y devolver el dinero. No suele superar el año, aunque si la empresa presenta buenas condiciones se puede negociar un tiempo superior para que la póliza de crédito siga vigente, y en ese caso su renovación anual.
Comisiones y los tipos de interés
Como todo producto financiero tiene una comisión y unos intereses asociados, la póliza de crédito tiene una serie de gastos asociados en forma de comisiones:
Comisión de apertura
La cantidad de dinero que te cobran por abrir la cuenta para el crédito.
Comisión de disponibilidad
Por tener acceso a esa cantidad de dinero. Normalmente es un pequeñísimo porcentaje sobre la cantidad que vas a utilizar.
Interés del dinero dispuesto
Son los intereses que vas a pagar por el dinero que has utilizado.
Interés de excedido
Son los intereses en caso de que utilices más dinero de la cantidad pactada inicialmente. Suele ser una comisión bastante alta así que cuidado.
Utilidad de la póliza y para qué no se debe usar
Las pólizas de crédito son un producto financiero muy utilizado por las empresas, aunque en ocasiones hacen un uso abusivo y provocan el efecto contrario. Nunca debes pedir una póliza de crecido para:
Financiar la adquisición de activos fijos.
Por ejemplo, financiar la compra de sistemas informáticos o de vehículos.
Financiar necesidades de tesorería.
Por ejemplo, pedir una póliza de crédito para financiar los flujos de caja negativos, es decir, cobrando sus ventas mucho después de pagar a los proveedores y empleados. Esta necesidad se debe solventar con fondos propios y en ningún caso con financiación bancaria.
Financiar el impago de los clientes.
Por la misma razón que en el punto anterior, las deudas que dejan a deber los clientes se deben pagar con fondos propios.
Las pólizas de crédito sólo deben usarse para:
Necesidades puntuales de tesorería. Por ejemplo, una empresa consigue una venta de gran importe aplazada a un año que ira cobrando de forma mensual. Hasta que cobre la totalidad del importe necesitará liquidar el IVA y el impuesto de sociedades, por lo tanto necesitare solicitar una póliza de crédito para afrontar este desfase de tesorería.
Durante la etapa de expansión económica y la crisis, la póliza de crédito ha sido el instrumento de financiación por excelencia provocando un endeudamiento innecesario de las empresas. Hoy en día las empresas se han visto obligadas a cambiar este criterio de financiación empresarial a uno más sostenible y rentable a largo plazo.
Ventajas de las pólizas de crédito
- Sirve para cubrir cualquier tipo de necesidad puntual a un coste más bajo que cuando pedimos un crédito personal.
- No tienen problemas de endeudamiento ya que no tienes un límite máximo de dinero para usar
- El banco estudiará nuestra empresa para ver cuál es el tipo de comisión que nos conceden y si tenemos garantía suficiente para devolverlo.
- Existe otra opción denominada crédito sin intereses por el que sólo pagas el capital del que dispones y pequeñas comisiones.
El funcionamiento de este tipo de pólizas es idéntico al de una cuenta corriente permitiéndonos ingresar y sacar dinero cuando nos convenga. La gran desventaja de este tipo de producto financiero es el elevado interés que tiene si hacemos un mal uso de él. Están pensadas para disfrutarlo a corto plazo y devolverlo lo antes posible.
Sólo pagaras intereses por el capital que usas, aunque existen una serie de gastos extra con los que pagarás un poco más de lo que esperabas. Todos los intereses se liquidan de forma trimestral o mensual dependiendo de lo pactado con la entidad y se cargan a tu cuenta con un crédito o producto financiero normal.
Otra gran ventaja es que se contratan a interés fijo, ya que su periodo de devolución es corto. Sin embargo, el banco puede modificarlo en un momento determinado y con base en el Euribor.
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