Al momento de solicitar un crédito debemos tener bien claro cual es el costo del mismo, para esto es necesario conocer cual es el interés que la entidad nos cobrara por otorgarnos dicho crédito.
Entonces, el tipo de interés es el precio que cobran las entidades financieras por prestar dinero, el cual se calcula aplicando un porcentaje sobre el capital pendiente de en cada momento.
Las entidades son libres para ofrecer el tipo de interés que deseen, aunque tienden a reducirlo si tiene buenas garantías, como por ejemplo, que haya avalistas.
Hay casos en que las entidades ofrecen créditos a muy corto plazo y con tipo de interés 0%, en este caso debe analizar todos los costos ya que las comisiones que se cobran suelen ser muy elevadas.
Ahora bien, podemos encontrarnos con dos clases de tipos de interés:
1. Interés Fijo
2. Interés Variable
En el caso de Interés Fijo, el tipo de interés se mantiene constante a lo largo del tiempo, con lo cual usted conoce desde el principio el importe total de los intereses que tiene que pagar. Con este tipo de interés no hay incertidumbre, no asume ningún riesgo de incremento del precio del dinero, por este motivo es que el interés de las operaciones a tipo fijo suele ser superior al de las de tipo variable.
En el caso de Interés Variable, el tipo se va modificando a lo largo de su período de amortización, generalmente en función de la evolución futura de un índice que se toma como referencia, seria un indicador que refleja el precio del dinero en el mercado. A este índice de referencia suele adicionarse un porcentaje llamado margen o diferencial constante. Un ejemplo es el Euríbor que es el tipo al que se compran y venden el dinero las entidades bancarias en la zona del euro, más un punto porcentual.
La gran diferencia que encontramos entre estos dos tipos de interés es que con los créditos con interés fijo no hay incertidumbre sobre las cuotas futuras que se pagaran, al contrario de lo que sucede en con el interés variable, donde a lo largo de la vida del préstamo usted va a pagar, por ejemplo, lo que marque el índice de referencia el momento de la revisión de la cuota (elemento variable) más un punto porcentual (elemento fijo).
En fin, si usted decide solicitar un crédito de interés variable debe analizar las distintas ofertas que hay en el mercado y comparar tanto el diferencial constante como el índice de referencia escogido. Además, el importe de sus cuotas podrá subir o bajar, según lo haga el índice o tipo de interés de referencia en los momentos de revisión del mismo. Es muy importante tener conciencia del riesgo que asume al contratar créditos de interés variable ya que si suben los tipos, puede encontrarse con dificultades para pagar.
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