Las tarjetas de crédito son unos de los productos financieros más conocidos y utilizados aunque con muy “mala prensa” por los que defienden el ahorro y la buena gestión de las finanzas personales y la economía doméstica.
Las tarjetas de crédito es una excelente herramienta financiera pero, como cualquier otra herramienta, como un cuchillo, puedes hacer verdaderos destrozos en tu economía si no la usas adecuadamente.
Con las tarjetas de crédito puedes conseguir descuentos en tus compras y facilitarte éstas pero también es muy fácil endeudarse con ellas. Ahí está el grave peligro que tienen.
Las tarjetas de crédito tienen estupendas ventajas, principalmente descuentos y ofertas y facilitarte el no tener que llevar dinero en efectivo para poder realizar compras. Sin embargo hay que conocerlas muy bien, saber que comisiones y gastos tienen para evitar sorpresas y problemas financieros futuros.
Por eso, para evitar para evitar caer en esos problemas, voy a explicarte las principales comisiones y gastos que tiene una tarjeta de crédito para que conociéndolos sepas si te interesa o no por tu hábitos de gasto, contratar o no una tarjeta de crédito.
Lo que cuesta una tarjeta de crédito
Existen muchas comisiones que se pueden aplicar a una tarjeta de crédito, pero por suerte, solo unas cuantas son las más habituales. Y son estas:
Comisión por emisión y renovación: Es el coste propiamente dicho de la tarjeta de crédito para poder utilizarla. Es una cantidad de dinero que se paga cuando contratas la tarjeta y después cada año. De todas formas, el coste de esta comisión es muy variable, incluso pudiendo ser gratuita o alcanzando los 100€ aproximadamente de las tarjetas más caras. Lo normal es unos 30€-40€ de media.
Comisión por descubierto: Cuando gastas más que el límite de la tarjeta estipulado debes pagar esta comisión ya que estás usando el crédito que te aporta la tarjeta. Es una de las comisiones más altas y tienes que tener mucho cuidado porque puede hacerte un buen roto en tus finanzas personales.
Comisión por sacar dinero en efectivo: Sacar dinero de un cajero con una tarjeta de crédito suele tener un coste, sobre todo si el cajero no es de la misma entidad que el emisor de la tarjeta. Por lo tanto, es fácil evitar esta comisión si solo utilizas cajeros de su red. El coste de esta comisión es de entre un 1%-2% de la cantidad retirada.
Comisión por transferencia: Puedes pasar dinero de una tarjeta a otra pero con una comisión, incluso aunque sean tarjetas de la misma entidad. El coste es muy variable y te recomiendo consultarlo en el momento en el que vayas a hacer la transferencia.
Comisión por reclamación de impago: Si realizas un impago de lo que hayas gastado con la tarjeta de crédito y la deuda te es reclamada por la entidad, deberás pagar esta comisión. Ojo, porque está comisión va aparte de los intereses generados por la deuda por lo que el monto total a pagar puede ser considerable.
Los intereses: No es una comisión ni un gasto en sí mismo, ya que con un poco de cuidado puedes evitar pagar intereses, pero no está de más no olvidarse de ellos. Si no pagas tus compras efectuadas con tu tarjeta de crédito en el plazo determinado la deuda empezará a generar intereses. Y los intereses de una tarjeta de crédito oscilan entre el 15%-18% TAE como mínimo, existiendo algunas que superan el 20% TAE.
Las tarjetas de crédito son una herramienta financiera muy útil, tanto para tener acceso a dinero de manera rápida y sencilla como para poder tener más capacidad de compra. La clave, como cualquier otra herramienta, es hacer un uso adecuado de ellas y así aprovecharse de todo lo bueno que tienen sin sufrir nada de lo malo.