Túnel de lavado para coches: ventajas e inconvenientes
El lavado del exterior de un coche es una cuestión que va más allá de lo puramente estético, aunque siempre es un gusto tener nuestro vehículo limpio y reluciente. Sin embargo, la verdadera importancia radica en la buena salud de la pintura, la capa protectora de nuestra carrocería, una especie de «piel» para la chapa, que puede deteriorarse con la suciedad. Uno de los métodos más sencillos para mantener nuestro coche limpio es el clásico túnel de lavado, que ofrece muchas ventajas aunque también algunos inconvenientes.
En primer lugar tenemos que recordar que no hay que esperar a que aparezca en el cristal de nuestro coche el típico «lávalo» o a coleccionar decenas de cacas de pájaro (ver Los pájaros prefieren los coches rojos) para decidirnos a lavar de una vez nuestro coche.
Lo más sencillo es acudir a un túnel de lavado que encontramos en muchas estaciones de servicio. Se trata de un sistema de rodillos que resulta muy cómodo para el propietario del vehículo: basta con introducir el coche en el túnel y dejar que la máquina haga su trabajo. Es además muy rápido, ya que en unos minutos tenemos el coche limpio y seco.
Sin embargo, hay un inconveniente que no podemos pasar por alto: acabaremos dañando, aunque superficialmente, la pintura del coche por el efecto de estos rodillos. Podemos observar sus efectos examinando la pintura bajo la luz directa del sol, pequeñas marcas que erosionan la capa exterior de la pintura.
Métodos de lavado alternativos
Mangueras a presión: rápido y más económico que el túnel de lavado, y totalmente inocuo para la pintura de nuestro vehículo. Nos permite lavar correctamente los bajos y los pasos de rueda de nuestro coche, habitualmente «zonas muertas» para el túnel de lavado. Es un buen sistema de lavado siempre que se use a menudo, de otro modo resultará difícil eliminar la suciedad reseca e incrustada.
Lavado ecológico: un sistema de limpieza integral que se realiza totalmente a mano y en el que se utilizan una serie de productos ecológicos y biodegradables. Tiene la particularidad de ahorrar una media de entre 100 y 150 litros de agua por vehículo tratado en función de la suciedad acumulada y el tamaño del vehículo. También se le llama «lavado en seco», ya que no se usa agua directamente.
Lavado tradicional a mano: el preferido de los amantes de los coches, y el más caro. Requiere más tiempo pero ofrece los mejores resultado, sobre todo si se encarga de ello un equipo de chicas guapas en bikini.
Fotos – Petrocar
