Trabant 601, Trabi. El símbolo de la Alemania del Este cumple 50 años
|Si hay una cosa o un coche o un objeto que simboliza la antigua Alemania del Este, ése es el coche Trabant. El automóvil clásico por excelencia de los años 60 en aquella región de éste país centroeuropeo. Su tercera versión, el 601, se vino fabricando en las fábricas de Zwickau por la VEB Sachsenring desde los años 1964 hasta 1990. Hasta fecha de hoy el Trabant es el vehículo que simboliza aquella República Democrática de Alemania. No hay tienda de suvenires en la ciudad de Berlín que no pase sin tener un modelo de éste coche.
El concepto del Trabant era odiado por unos y amado por otros. La primera versión de éste coche Trabant 601 se mostró en la feria de primavera de la ciudad de Leipzig en 1964. Aquellos que lo amaban lo hacían por el mero hecho de poder disponer de un motor, cuatro ruedas y un techo; los que lo odiaban no podían ni respirar los pestilentos humos del coche así como ni podían oir el ruído de su motor dos tiempos.
Desde un punto de vista del raciocinio y la sensatez la cuestión es que el Trabant 601 en términos generales, se correspondía con su época. La carrocería más plana y con más cantos que en su predecesor el Trabant 600 no era del todo mal vista. Y el espacio interior en realidad toda una sensación. En aquellas tiempos no había algún igual que ofreciera tanto espacio para cuatro personas y 415 litros de equipaje. Incluso existió una versión familiar que hizo del 601 un coche universal con hasta 1.440 litros!
El depósito de combustible se ubicaba en la parte derecha delantera junto al motor. Un aspecto que parece más peligroso de lo que en realidad es. La incomodidad principal, el hecho de tener que abrir el capó para repostar.
El gran error del Trabant 601 fue el tipo de motor. Un motor de dos tiempos del tipo DKW. Éste motor en concreto que fue el que se montaba desde el principo en el Trabant, resultó ser un tipo de motor que internacionalmente ya tenía los años contados. El empleo de éste motor de dos tiempos fue más una cuestión política que de lógica. El partido y el gobierno eran de la opinión que un dos tiempos era más económico en la construcción y en el mantenimiento que los cuatro tiempos y en consecuencia, esto era un principio que encajaba en la idea socialista. No fue hasta los tardíos 80 cuando la cúpula de la DDR admitiera de nuevo los motores cuatro tiempos.
Si la carrocería del Trabant 601 bien podía ser aceptable y acorde a los tiempos, no se puede decir lo mismo del material empleado. De nuevo y por motivos económicos rechazaron el empleo de chapa de embutición profunda, algo habitual y que se compraba por poco coste dentro del capitalismo. En vez de ello el Trabant 601 al igual que en sus predecesores el P50 y el P60 montaba los laterales con plásticos de fenol sobre una estructura de acero. El problema básico fue que si bien se prometía durabilidad y fácil mantenimiento la producción de estos elementos siempre estaba altamente demandada. Cerca del 30 por ciento de la capacidad de la fábrica de Zwickau y sus proveedores estaba dedicada al recambio de materiales.
La consecuencia más inmediata de ésta forma de actuación era el juego que daba la fácil construcción del Trabant que hacía que muchos repararan los coches por su cuenta. A raíz de esto muchos de aquellos orgullosos tenedores de un Trabant estaban supeditados a la compra loca y a la fuerza, cuando hubiese algún repuesto disponible.
Los años tras 1990 fueron años de mucha claridad. Salieron muchos experimentos e intenciones a la luz como por ejemplo el intento de poner un motor acorde a los tiempos en el Trabant 601 o incluso sacar un coche completamente nuevo al mercado.
Estos intentos tambien pasaron por el convencimiento que en la DDR había ingenieros capacitados para la fabricación de vehículos acordes al tiempo. Pero la problemática real de la situación del país era más la falta de materiales que la falta de motivación o permisos de altas esferas gubernamentales.
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