Toyota Mirai, el primer coche de hidrógeno del mercado
|El coche de hidrógeno ha sido proclamado por muchos medios como el coche del futuro. Sin embargo actualmente, a excepción de algunas pruebas a escala y el programa de alquiler de Honda FCX Clarity llevado a cabo en California hace unos años, hasta ahora no había ningún modelo en el mercado. Y ha sido Toyota quien se ha anticipado lanzando su revolucionario modelo Mirai.
Como ya vimos en el Salón de Los Angeles del año pasado, se trata de un modelo con un particular estilo sedán impulsado por un motor de hidrógeno, pero de momento solo estará disponible en los concesionarios Toyota en Japón a partir de marzo de 2015. La cartera de pedidos se abrió el 15 de diciembre, hace apenas un mes, y ya se han registrado cerca de 1.500 reservas.
Siguiendo los pasos del coche eléctrico, el Toyota Mirai aspira a convertirse en el medio de transporte de hidrógeno del futuro. De hecho la palabra mirai significa precisamente «futuro» en japonés.
¿Realmente ecológico?
El Toyota Mirai cuenta con un motor eléctrico de 154 CV de potencia si bien la energía de las baterías no proviene de una toma de corriente, sino de una reacción química generada en el mismo vehículo.
Explicado de una forma muy básica: el hidrógeno reacciona con el aire cargando a los electrones, que llenan las baterías. En este proceso el único residuo emitido a la atmósfera es vapor de agua. El tanque de hidrógeno, almacenado a 700 bares de presión, se carga en unos 3 minutos, una ventaja considerable sobre el largo tiempo de recarga del coche eléctrico.
Sin embargo hay un inconveniente todavía que pone en entredicho la condición de «vehículo ecológico» del Mirai, y del coche de hidrógeno en general: la producción de hidrógeno, que requiere una gran cantidad de electricidad. En países como Francia, Estados Unidos o Japón esta electricidad procede de sus plantas nucleares, en cambio en mercados potencialmente tan importantes como China se consigue a partir de la combustión del carbón. El desarrollo del Mirai allí dejaría una huella medioambiental que nada tendría que envidiar a la de los coches de gasolina. Habrá que pensar en ello.
Fotos – TF1