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Tecnalia: recarga inalámbrica para vehículos eléctricos

El futuro ya está aquí. Uno de los aspectos más engorrosos que plantean los vehículos eléctricos, el de la recarga, puede ser a partir de ahora más sencillo gracias a la empresa Tecnalia, que ha avanzado un sistema de recarga inalámbrica que evita la necesitad de enchufar el coche a la red eléctrica.

¿Cómo funciona?

A través de un comunicado, la compañía explica que este nuevo sistema de recarga se basa en la tecnología de inducción, lo que implica que para efectuar la operación hacen falta dos elementos: un módulo emisor de energía que se situará a nivel del suelo en la estación de recarga, y un dispositivo receptor que el coche eléctrico deberá llevar instalado.

La operación se efectuaría de la siguiente manera: el vehículo se sitúa sobre el módulo emisor, que al detectarlo se conecta de forma automática y se inicia la transferencia de energía. Más sencillo, imposible.

Los sistemas utilizados hasta ahora para recargar coches eléctricos son de tipo conductivo, el enchufe de toda la vida en los que la energía se conduce a través de un cable. En cambio, esta nueva tecnología es similar a la de los dispositivos inalámbricos utilizados para la recarga de móviles en los que el teléfono se coloca encima de una placa y se inicia la carga.

Más ventajas de los vehículos eléctricos

Este nuevo hallazgo de Tecnalia permite reducir la brecha existente entre la lista de ventajas y desventajas que plantean los coches eléctricos y que disuaden a muchos posibles compradores de adquirir un vehículo de este tipo.

Las virtudes de los coches eléctricos son bien conocidas: al producir menos cantidad de CO2 que un vehículo convencional son más respetuosos con el medio ambiente, son silenciosos (no hay apenas contaminación acústica y sobre todo, su uso permite prescindir de combustible y por tanto, supone un ahorro importante para el bolsillo.

Entre las desventajas más conocidas (esgrimidas con furia por sus detractores) están la duración limitada de las baterías, que en el mejor de los casos ofrecen una autonomía en torno a los 160 km, su falta de velocidad en comparación a los coches tradicionales y sobre todo su precio de venta, que de media suele triplicar al de los coches convencionales.

En esta lista de inconvenientes habrá que borrar lo de la «recarga engorrosa» con enchufes y cables, siempre que el invento de Tecnalia resulte exitoso, se extienda por todas los puntos de recarga del país y acaben incorporándolo los nuevos vehículos eléctricos que se fabriquen. Estaremos atentos.

Fotos – tecnalia