Tan pequeño pero todo un Jeep
|Con el Renegade la marca americana de off road se mete en un nuevo segmento. La nueva madre Fiat ha ayudado mucho con el parto. El resultado se deja más que ver.
Sabemos que en lo más profundo de su ser se trata de un Fiat 500 X, fabricado en Melfi en el sur de Italia. Pero esto lo perjudica? No. Tiene parecidos con el 500 X? Cero. Tan solo en el interior se encuentran uno u otro parecido pero esto tampoco es distinto en Audi/Seat/VW. Bien, los motores son de Fiat pero sobretodo el diesel tiene muy buena fama.
El modelo más alto de la gama – Trailhawk – se distingue en el exterior un poco de los demás. La carrocería esta un poco más elevada (21 centímetros al suelo), tiene otros laterales y tanto en la zaga como en frontal ciertas modificaciones garantizan un mejor ángulo de rampas. Esto es importante para el todoterreno. Destaca la gran bola de remolque que Jeep ha colocado de manera prominente en color naranja en el paragolpes trasero.
Aún si el Renegade parece pequeño, con sus 4,26 metros de largo no lo es. Por el largo se puede comparar el Renegade con el VW Golf y tanto que prácticamente el volumen del maletero también es igual. Y por lo restante, más alto que el Fiat 500X.
Se da por supuesto que uno se siente y se asienta en el Jeep de otra manera. Más alto, más vertical. Lo único que la pierna izquierda quizás no encuentre un punto de apoyo correcto. Esta muy inclinado. En la parte de atrás se denotan estrecheces cuando van tres. El maletero no es profundo pero alto, como Trailhawk tiene un doble fondo. Así resulta con el abatimiento de los asientos traseros un suelo de maletero llano si bien algo inclinado.
El volumen de carga es de 1300 litros, esto es un 30 por ciento más que en el 500X. Bajo el suelo del maletero estan posicionados algunas herramientas y un kit de neumáticos, opcional por 190 euros se obtiene una rueda de respuesto en llanta de acero. Un gadget simpático en el Trailhawk son unas linternas de serie en los plásticos laterales, más útil es el enchufe de 220 V al fondo.
El interior es rústico pero no sin falta de estilo, todo encaja con el coche. Opcionalmente se pueden elegir por ejemplo asientos en cuero por 990 euros, asientos calefactables por 290 euros, volante calefactado por 100 euros o unos asientos delanteros ajustables electrónicamente por 490 euros. El navegador tiene un precio de 1.690 euros con su correspondiente «recordatorio»: since 1941.
El volante es bien cierto ancho. No obstante se agarra bien y lo que salta inmediatamente a la vista es la perspectiva del conductor. Uno va bien metido en el coche, las columnas delanteras son muy voluminosas. A uno le parece estar metido en una cueva mirando hacia el exterior. La variante Trailhawk es un modelo individual, solo se obtiene con un 2.0 litros turbodiesel con 170 caballos y en combinación con un cambio de nueve marchas automático.
El motor funciona sobre todo tras el arranque a mucho volumen y muy tosco, una cosa que molesto más al mundo exterior que a los ocupantes. Con 350 Nm de par máximo es en estos aspectos no mucho más potente que la variante de 140 caballos. No obstante esta diferencia de potencia de 30 caballos posibilita una velocidad máxima cerca de los 200 km/h.
Pero por norma uno no va a ésta velocidad. Un Jeep no es un coche deportivo. La dirección esta un poco falta de precisión pero uno no se va a sentir mal en el coche en ningún momento.