Seguridad activa
|No siempre quedan claras las diferencias entre seguridad activa y seguridad pasiva. La seguridad activa tiene que ser manejada por cada individuo participante en el tráfico rodado de manera autónoma. Sobreviene de la responsabilidad de iniciativa propia, de la experiencia adquirida en la conducción y de una actuación responsable en cada situación determinada.
En la práctica las medidas de seguridad activa más interesantes se pueden clasificar en medidas puramente preventivas o en medidas amortiguadoras. En primer lugar habría que colocar sin duda las medidas preventivas que la pedagogía del tráfico recomienda.
Por un lado son medidas elaboradas por las diferentes instituciones y órganos competentes para la educación vial tanto de conductores como viandantes y demás usuarios de vías públicas. Así por ejemplo, los exámenes de conducir, los cursos de formación para peatones, ciclistas o conductores o aquellos programas por objetivos para las diferentes edades se pueden considerar medidas activas de prevención.
Por otro lado las medidas activas preventivas que se le deben exigir al vehículo de carácter técnico son las que reúnen las tres características esenciales de todo automóvil: estabilidad, tanto en recta como en curva; frenada eficaz y dirección precisa.
Dentro de estas tres características básicas, la tracción delantera será para el conductor no avezado un factor favorable dentro de la estabilidad del vehículo. Los frenos de disco y la válvula repartidora de frenado, algo imprescindible en cuanto al sistema de frenos. Por ello por ejemplo el servofreno y el ABS serán elementos imprescindibles según cada modelo de vehículo y para lo que esté destinado. Es muy importante tener todos estos elementos en perfecto estado, quizás la mejor inversión en seguridad que se puede hacer es la de una reparación o cambio de frenos.
En lo que a dirección se refiere, hay que tener en cuenta que una rotura de ésta llevará como consecuencia inmediata un accidente pues la falta de tracción o un reventón de un neumático se puede controlar por un conductor experto, pero una rotura de la dirección no.
Como añadidos a estas características propias de cada coche, hay que mencionar otros elementos de mucha importancia en la seguridad activa en el vehículo. Los neumáticos por ejemplo, para conseguir la adherencia adecuada en curvas y en frenadas de emergencia son fundamentales.
Por último, como otras medidas de previsión de accidentes se pueden considerar todas aquellas mejoras encaminadas a aumentar la efectividad de los diferentes órganos del coche. Los asistentes a la conducción o el cambio de carril, faros halógenos, alumbrado para niebla, control de estabilidad ESP o avisadores de velocidad y de ángulo muerto desempeñan esa función de seguridad activa que el propio conductor por si mismo no podría llevar a cabo.