Rolls Royce Wraith. El coche de las estrellas
Estrellas del cine, estrellas del deporte y empresarios superricos. Estos son el público objetivo de la marca británica de coches de lujo Rolls Royce. El confort y el lujo están muy arriba en la lista de obligaciones de ésta marca. En éstos aspectos se trate de un Phantom, un Ghost o un Wraith los británicos mantienen el listón muy alto. Así que el Wraith de 2,4 toneladas controla la conducción de crucero mejor que nunca. Si bien la carrocería es más tersa que en sus hermanos Ghost o Phantom.
Se trata de un simbiosis de 632 caballos que mueven las mencionadas 2,4 toneladas. Si dejamos actuar éste potencia de caballos el vehículo de lujo Wraith coje los 100 kilómetros hora en 4,6 segundos. En los 250 kilómetros / hora se limita la velocidad electrónicamente.
En el interior la casa británica hace gala en primera linea de un lujo sin complicaciones y sin esfuerzo. Es decir, un serie de sensores contolan y regulan en todo momento al Rolls Royce Wraith e informan a la unidad central de datos. De tal manera que por ejemplo en únicamente 2,5 milisegundos se adecua la amortiguación variable al estado de la carretera. Si bien el Wraith cuenta con un estabilizador, el coche tiende a un cabeceo y a un tambaleo.
En temas tecnología el Rolls Royce Wraith quizás no sea el coche mejor equipado o el coche que cuente con tecnología puntera. Pero no obstante cuenta con una serie de innovaciones. Un software con ayuda del sistema de navegación del cupé predice las curvas y adecúa de manera automática el cambio automático de ocho marchas. De esta manera se mantiene un cambio en el que uno está conduciendo de tal manera que resulta en comodidad y en ahorro de combustible. Por otro lado el coche en su interior cuenta con un botón iDrive y un monitor táctil. Con éstos se introducen los datos de manera táctil en la navegación.
Vamos que estamos hablando de un coche de alto confort en el que los viajes tanto en la parte trasera como en la parte del copiloto se dejan llevar. El Rolls Royce Wraith un coche británico que tan solo cuesta sus 250.000 euros. Es decir, un coche para las estrellas….
