Robert Kubica, de accidente en accidente
|Desde el fatídico accidente de febrero del 2011 en el rally Ronde di Andora en territorio italiano el piloto polaco está probándose con la intención de volver a practicar el deporte que le hizo grande, el automovilismo. Su gran ilusión sería volver a la Fórmula 1, un objetivo que por ahora no parece posible. Mientras tanto ha decidido participar en rallyes. Esta temporada disputará un completo programa que incluye cuatro pruebas del Campeonato de Europa de Rallyes (ERC) y siete del Campeonato del Mundo de Rallyes (WRC) en la categoría WRC 2.
La afición de Robert Kubica por los rallyes le viene de lejos, llegando a compatibilizarlos con su participación en la Fórmula 1. De hecho el accidente que le costó su carrera en el Gran Circo, y casi el brazo derecho, ocurrió durante la pretemporada del campeonato del 2011. Un accidente que trajo el recuerdo de la brutal salida de pista que sufrió en el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1 de 2007, cuando su BMW Sauber prácticamente se desintegró en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal.
Desde aquel infausto día de febrero del 2011 ha trabajado muy duro para volver a la competición. Su ilusión, tenacidad y fuerza de voluntad le ha llevado a regresar a las carreras en septiembre de 2012. Apenas medio año después del accidente en la prueba italiana consiguió volver a subirse a un coche de rally. Fue en el rally Ronde Gomitolo di Lana a bordo de un Subaru Impreza WRC. Desde aquel día ha disputado en total seis pruebas, incluida la de este fin de semana en Canarias. De todas ellas tan sólo ha conseguido acabar tres (ganando las tres), estrellándose en las otras tres. Un bagaje claramente negativo que tendrá que mejorar si quiere aspirar a conquistar los campeonatos en los que participe. Rápido ha demostrado que lo es, muy rápido diría yo, pero le falta consistencia o templanza para cerrar los triunfos y acabar las carreras.
Ganó en su debut en la Ronde Gomitolo di Lana, una modesta prueba regional italiana que dominó sin problemas. A la semana siguiente corrió el Rally San Martino di Castrozza donde se llevó el primer traspié. Una salida de pista en el tercer tramo acabó con el Subaru Impreza fuera de la carretera cuando Kubica marchaba cuarto a 25 segundos del líder. Una fuerte salida de pista que destrozó el coche.
Kubica no se amilanó por este contratiempo y participó a finales de septiembre en el Rally Cittá di Bassano con el habitual Subaru Impreza WRC. En esta ocasión se llevó el triunfo aupándose a lo más alto del podio. Robert Kubica era rápido y necesitaba pruebas de mayor calado y con una competencia mayor para comprobar hasta donde podía llegar.
A mediados de noviembre participó en el Rally di Como, en esta ocasión al volante de un Citroën C4 WRC, con el que ganó ocho de los diez tramos cronometrados de los que constaba el rally. Dos victorias en tres intentos no estaba nada mal. Pero había que seguir levantando el listón. Tenía que probarse en pruebas de mayor nivel.
El siguiente reto fue la disputa del Rally du Var. La prueba que ponía fin al calendario del Campeonato de Francia de Rallyes. Toda una piedra de toque que indicaría a que nivel se encontraba el ex piloto de Fórmula 1. Y se demostró que el nivel era muy alto. Rapidísimo, desde el primer momento se colocó en cabeza del rally y llegó al penúltimo tramo con una ventaja de más de cinco minutos sobre el segundo clasificado, el francés Robert Cédric. Inesperadamente se salió de la carretera debido a un error del copiloto, acabando su Citroën C4 WRC siendo pasto de las llamas.
Y por último todos conocemos lo ocurrido este pasado fin de semana en el Rally Islas Canarias – El Corte Inglés, su mayor reto en el mundo de los rallyes hasta este momento. Después de dominar con absoluta autoridad la primera etapa (logró el scratch en los ocho tramos disputados), liderando el rally con una cómoda ventaja de más de un minuto sobre Jan Kopecky, acabó estrellando el Citroën DS3 RRC contra el guardarraíl en el segundo tramo del día, cuando según él mimo “pilotaba sin asumir riesgos”. Un doloroso final después de lo visto el primer día. Como consolación se llevó el trofeo Colin McRae Flat Out que premia al piloto más combativo y sorprendente de cada rally del ERC.
Afortunadamente ninguno de estos accidentes ha tenido consecuencias físicas ni para el piloto ni para el copiloto. Sin embargo son demasiados incidentes en tan sólo seis pruebas disputadas. Robert Kubica es extremadamente rápido, su exhibición en la primera etapa del rally canario así lo demuestra. Ahora tiene que aprender a cerrar los triunfos cuando encabeza la clasificación con comodidad. Si lo logra puede llegar también a ser un grande en esta especialidad, tal como lo era en la Fórmula 1.