Red Bull Rácing, un repaso a su historia
|La escudería con sede en Milton Keynes (Inglaterra) propiedad del magnate austríaco Dietrich Mateschitz, el creador de la bebida energética Red Bull, ha conquistado su tercer título del Mundial de Constructores de Fórmula 1 tras el Gran Premio de Austin, donde Sebastian Vettel finalizó en segunda posición, logrando los puntos necesarios para revalidar el título.
Tres títulos en tan sólo ocho años de existencia hablan bien a las claras del gran trabajo desarrollado en el seno del equipo, siempre innovando y yendo por delante del resto de escuderías en cuanto al diseño de sus monoplazas.
El Red Bull Rácing comenzó su andadura en el mundo de la Fórmula 1 en el año 2005 tras la compra, a finales del 2004, del equipo Jaguar por parte de Dietrich Mateschitz. El magnate de Red Bull se hizo con una de las peores escuderías de la Fórmula 1 prometiendo llevarla a lo más alto lo más rápidamente posible.
En la temporada de su debut el equipo mantuvo los motores Cosworth que ya utilizaba Jaguar. Y para pilotar el RB1 ficharon a David Coulthard, un experimentado piloto que llegaba de McLaren, mientras que el segundo vehículo lo compartirían el austríaco Christian Klien, que ya estaba en Jaguar la temporada anterior y el italiano Vitantonio Liuzzi, que había ganado el campeonato de F3000 la temporada anterior. Finalmente Liuzzi sólo correría cuatro carreras haciendo el resto de la temporada Klien.
Red Bull finalizó en la séptima posición en el Mundial de Constructores, realizando Coulthard una buena temporada, sobre todo en su primera mitad. Mientras Fernando Alonso se hacia con su primer Campeonato del Mundo de Pilotos a los mandos de un Renault.
En la temporada 2006 hubo importantes novedades en Red Bull. Por un lado dejaron el motor Cosworth y montaron un motor suministrado por Ferrari. Y por otro, y más importante ficharon al ingeniero Adrian Newey, que no pudo diseñar el modelo del 2006, el RB2, pero sí que intervino en los siguientes, siendo uno de los principales culpables del éxito de la escudería. Como pilotos mantuvieron a David Coulthard y Christian Klien, aunque el austríaco fue reemplazado en las últimas tres carreras por el holandés Robert Doornbos.
El equipo obtuvo su primer gran éxito con el tercer puesto de Coulthard en el Gran Premio de Europa disputado en el circuito alemán de Nürburgring. A pesar de ello la temporada no fue excesivamente bien y el equipo finalizó en la séptima posición del Mundial de Constructores. Mientras Fernando Alonso volvía a conquistar el título del Mundial de Pilotos.
El RB3, el monoplaza de la temporada 2007, ya tenía el sello de Adrian Newey, el nuevo monoplaza se mostró competitivo pero con graves problemas de fiabilidad. La escudería pasó a montar motores Renault dejando los Ferrari para su segundo escudería, Toro Rosso. En cuanto a los pilotos se mantuvo a David Coulthard y llegó el australiano Mark Webber en sustitución de Klien. Webber ya había corrido para Jaguar en el 2003 y 2004.
Cuando el coche aguantaba y llegaba al final de carrera se mostraba competitivo. Así Mark Webber se subió al podio en el Gran Premio de Europa al finalizar en tercera posición y David Coulthard realizó buenas carreras logrando un cuarto puesto y dos quintos. Si el coche se hubiera mostrado más fiable habrían acabado más arriba del quinto puesto final en el Mundial de Constructores.
Para la temporada 2008 se mantuvieron los mismos pilotos. Tras un buena primera mitad de temporada en la que el equipo logró buenos resultados, incluido el tercer puesto logrado por David Coulthard en el Gran Premio de Canadá, llegó una segunda en la que el equipo bajó notablemente sus prestaciones, siendo incluso superado por Toro Rosso, su segunda escudería, que contaba en sus filas con un joven piloto alemán, llamado Sebastian Vettel, que incluso logró el triunfo en el Gran Premio de Italia, acabando en el octavo lugar del Mundial de Pilotos.
Tras la mala segunda parte del campeonato Red Bull cayó hasta el séptimo puesto del Mundial de Constructores, cerrando un año en el que no se progresó lo que se esperaba después de la esperanzadora temporada anterior.
Y llegó la temporada 2009, la de la eclosión definitiva de Red Bull. En primer lugar hubo una novedad en cuanto a los pilotos. David Coulthard, el piloto que estaba con Red Bull desde sus inicios, dejaba la Fórmula 1. Para sustituirlo eligieron al sorprendente Sebastian Vettel de su escudería filial, Toro Rosso. Los ingenieros de Red Bull crearon un RB5 que, junto a los Brawn, fueron las grandes sorpresas y dominadores de un Mundial atípico en el que Ferrari y McLaren pasaron a un segundo plano. Tanto Brawn como Red Bull fueron los que mejor se adaptaron a los cambios introducidos en el reglamento de la Fórmula 1, pasando a ocupar el primer plano de la competición.
Toda la temporada fue un pulso entre las dos escuderías por el Mundial de Constructores y entre sus pilotos Jenson Button (Brawn) y Sebastian Vettel (Red Bull) por el Mundial de Pilotos. Al final se llevó el gato al agua Brawn en las dos peleas, pero Red Bull realizó una gran temporada consiguiendo el segundo puesto en el Mundial de Constructores y también el subcampeonato en el de Pilotos. Vettel venció en cuatro Grandes Premios (China, Gran Bretaña, Japón y Emiratos Árabes) y Webber en dos (Alemania y Brasil). Fue una gran temporada, pero lo mejor estaba todavía por llegar.
Y llegó en la temporada 2010. Con Brawn convertida en Mercedes, Red Bull tuvo como mayor oponente a Ferrari de la mano de Fernando Alonso, que acababa de llegar a la escudería italiana. La lucha a nivel del Campeonato Mundial de Constructores no tuvo color. Mientras Vettel y Webber no paraban de puntuar sólo Fernando Alonso mantenía el tipo para Ferrari con un decepcionante Felipe Massa como acompañante. Fue más rival McLaren, finalizó segundo en el campeonato de Constructores, con Lewis Hamilton y Jenson Button como pareja. El segundo Mundial de Constructores ya estaba en el bolsillo.
En cuanto al Mundial de Pilotos fue uno de los más disputados de la historia, llegándose a Abu Dhabi, la última prueba de la temporada, con cuatro pilotos con posibilidades de hacerse con el título: Vettel, Webber, Alonso y Hamilton. Finalmente Vettel se hizo con el triunfo al superar a Fernando Alonso y Webber, que le antecedían en la clasificación, tras equivocar ambos su táctica. Vettel se convirtió en el piloto más joven en lograr el título de Campeón del Mundo.
En resumen Red Bull logró 9 victorias (5 Vettel y 4 Webber), 20 podios y 15 poles (10 Vettel y 5 Webber), firmando una temporada 2010 realmente excepcional.
Pero si el 2010 fue excepcional, el 2011 se queda sin adjetivos. De nuevo con Vettel y Webber como pilotos el dominio de Red Bull sobre el resto de escuderías fue brutal con un Sebastian Vettel que rozó la perfección. Fue tal el dominio de Red Bull que se alzó con el Mundial de Constructores en el Gran Premio de Corea, cuando todavía restaban tres para el final del campeonato, superando finalmente a McLaren en 153 puntos.
En cuanto al Mundial de Pilotos repitió título Vettel. El alemán dominó de cabo a rabo el campeonato proclamándose campeón en Japón, una carrera antes que el Gran Premio de Corea, es decir con cuatro de antelación.
Los números de Red Bull fueron demoledores. Venció en 12 carreras de las 19 disputadas (Vettel ganó 11), sumaron 27 podios y lograron 18 poles (15 Vettel), todas menos la del Gran Premio de Corea que fue para Hamilton.
Y en esta temporada, que todavía está en curso, han vuelto a coronarse Campeones del Mundial de Constructores a falta de una carrera para el final del campeonato. Nuevamente Vettel y Webber han sumado muchos más puntos que sus rivales, otorgando el tercer título de Constructores a Red Bull. Y con el de Pilotos muy bien encaminado para Vettel, que aventaja en 13 puntos a Fernando Alonso.
Pues así es como Dietrich Mateschitz ha convertido un equipo como Jaguar, de la parte baja de la parrilla, en el gran dominador del Mundial de Fórmula 1 de los últimos tres años. Un dominio que intentarán mantener en sucesivas temporadas. Las demás escuderías tienen mucho que mejorar para destronar a Red Bull.