¿Por qué no despega el coche eléctrico en España?
|La oferta de coches eléctricos es cada vez mayor y, aunque no tan rápido como sería lo deseable, mejoran día a día su precio y sus prestaciones; incluso lo spuntos de recarga son cada vez más. Y sin embargo, si hablamos de ventas, siguen siendo un mercado muy reducido. ¿Por qué no despega definitivamente el coche eléctrico en España?
La lista de es tan larga como bien conocida: un precio todavía demasiado elevado precio, el problema no resuelto del largo periodo de recarga, la necesidad de disponer de un enchufe en el aparcamiento y, sobre todo la autonomía, aún muy breve. Sí, en todos y cada uno de estos aspectos se ha avanzado mucho, pero no lo suficiente como para hacer sombra a los coches con motores de combustión.
El problema de la infraestructura
Pero de poco servirá que se desarrollen los vehículos de propulsión eléctrica si no hay detrás una buena infraestructura de puntos de recarga y servicios. Hay muchos proyectos y buenas ideas para dotar de todo esto a las grandes ciudades pero la cruda realidad es que de momento poca cosa se ha hecho.
Para que se produzca el ansiado despegue del coche eléctrico en España hace falta una infraestructura de recarga pública. Esto resulta interesante para los que apuestan por las ciudades eficientes dado que el vehículo eléctrico cuenta con múltiples ventajas: es menos ruidoso, más sostenible (debido a la ausencia de emisiones de CO2) y su coste de utilización es de momento muy bajo, puesto que una recarga completa para recorrer 150 kilómetros tiene un coste de entre 2 y 4 euros, mucho menos que un modelo de gasolina o diésel.
Europa, a otro ritmo
Como en otras tantas cuestiones, España también está en el furgón de cola de Europa en cuanto a ventas de coches eléctricos. Desde 2010, éstas se han doblado año tras año en el continente, según los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
En 2013 los europeos compraron casi 50.000 vehículos enchufables, lo que parece mucho en cifras absolutas pero que tan solo representa un pequeño porcentaje sobre el total de coches vendidos (0,4%). Aún así, muy superior a la media española. Pero incluso dentro de Europa, hay grandes diferencias entre estados. Por ejemplo: en Noruega y Holanda más del 5% de los coches que circulan por sus carreteras ya son eléctricos, mientras que en la mayoría del resto de países el porcentaje es muy inferior al 1%.
Con todo, el coche eléctrico, sin embargo, sigue enfrentándose a un problema difícil de resolver en un contexto de crisis económica: el precio. En tanto eso no cambie, seguiremos hablando de despegues frustrados o, cuanto menos, modestos.
Fotos – El País