¿Por qué los coches autónomos no son seguros todavía?
El fatal accidente de hace unos días donde se vio envuelto un Tesla Model S, un coche autónomo cien por cien fiable sobre el papel, ha obligado a los más optimistas a reconsiderar la seguridad de estos vehículos. Parece que todavía queda mucho trabajo por hacer en este campo.
Recordemos lo sucedido: en Florida, un antiguo soldado estadounidense llamado Joshua Brown circulaba a bordo de un Tesla Model S en piloto automático. De pronto, un camión realizó un giro indebido que el coche autónomo no supo interpretar y por tanto no pudo evitar: siguió avanzando a toda velocidad sin variar el rumbo hasta chocar violentamente contra el camión. El resultado: la trágica muerte del ocupante del coche. Hasta que no haya concluido la investigación oficial no sabremos si fue causado por un fallo de software o un error humano.
Así fue el accidente mortal del Tesla S Model
El piloto automático de Tesla utiliza ambas cámaras y radares para detectar y evitar obstáculos, pero en este caso parece que el ordenador no supo interpretar bien los datos recibidos, o tal vez estos fueran contradictorios. En los circuitos de prueba y los simuladores todo es más sencillo, no hay lugar a la confusión; en cambio, el tráfico real está lleno de situaciones impredecibles: hay carriles sin señalar, obras en la carretera, condiciones climáticas adversas, peatones y vehículos que no respetan las normas… Pero eso no es todo: cuanto más se desarrolla la tecnología, los coches se vuelven más vulnerables a los hackers informáticos. Suena ridículo, pero es así.
Un demoledor estudio realizado por la Universidad de Instituto de Investigación de Transporte de Michigan, que analizó datos de Google, Delphi y Audi, indica que la tasa de accidentes donde están involucrados vehículos sin conductor es dos veces más alta que en el caso de los coches convencionales. Es cierto que solo estamos empezando aprobar esta tecnología y que es de esperar que con el tiempo este indicador se iguale e incluso se mejore. Pero mientras llega ese día, lo mejor es ser muy cuidadosos con los tests y evitar sucesos como el de Joshua Brown. Los experimentos, mejor con gaseosa.
Fotos – The Guardian
