Peugeot 208 T16, la bestia de Loeb
|Ya conocemos el aspecto que tendrá el Peugeot 208 T16 con el que Sebastien Loeb correrá la mítica subida a Pikes Peak. Exteriormente el coche es realmente espectacular. E interiormente no lo es menos. Alberga un corazón de unos 850 CV de potencia que intentará hacerse con el triunfo y batir el récord de la subida establecido el año pasado por Rhys Millen en 9:46.164 con un Hyundai Genesis Coupé.
El nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes tendrá la responsabilidad de emular al piloto finlandés Ari Vatanen, que en 1988 se impuso en Pikes Peak a los mandos de un Peugeot 405 T16 (inmortalizado por el cineasta Jean Louis Mourey en el corto Climb dance), triunfo que repitió este mítico vehículo al año siguiente con el estadounidense Robby Unser al volante.
Sebastien Loeb se muestra ilusionado con este nuevo reto que se propone alcanzar: “Mi trayectoria ha estado marcada por numerosos desafíos y los nuevos retos me motivan. Pikes Peak es una combinación de ambas, sobre todo es un gran reto deportivo, así que es un muy buen proyecto para estar involucrado y tengo que admitir que esta carrera ya estaba en mi mente desde hace mucho tiempo. La tenía en mi lista de cosas “exóticas” que hacer”. Loeb recordó otra cosa “exótica” que ya cumplió: “A un nivel diferente, Pikes Peak me recuerda a mi experiencia en los X-Games el año pasado con el Citroën DS3 XL. Era un nuevo tipo de carreras, aunque conocía el formato básico, tenía que enfrentarme a nuevos rivales y eso está muy bien, es refrescante”.
Loeb y el Peugeot 208 T16 participarán dentro de la categoría Unlimited. Como su nombre indica está abierta a todo tipo de prototipos con potencias que pueden superar los 1.000 CV. El piloto francés se muestra encantado de poder conducir vehículos de estas características: “La categoría “Unlimited” significa que puedes pilotar coches únicos, es un gran atractivo. Casi todo está permitido: dos o cuatro ruedas motrices, turbo, prototipo, híbridos, etc. Me gusta la diversidad, así como la idea de pilotar un coche diferente o por lo menos un coche cuya filosofía es diferente a lo que conozco”.
Su objetivo es la victoria, con Loeb y Peugeot no puede ser de otra manera, aunque también es consciente de que no tiene experiencia en esta prueba y no le resultará nada fácil: “Sé que la gente espera que brille en Pikes Peak y mi objetivo siempre es la victoria. A pesar de ello, es una carrera difícil, cuya preparación es especial. En Colorado nos encontraremos condiciones que no podemos encontrarnos en ningún otro lugar. Al igual que Le Mans en la resistencia, es complicado hacer simulaciones reales”.
El próximo 30 de junio saldremos de dudas. A Loeb le espera un reto de 20 kilómetros de longitud y 156 curvas que lo llevarán hasta una altitud de 4.300 metros. Lo único negativo es que la pista de tierra por la que tan magistralmente corrió Ari Vatanen ha sido sustituida por una carretera asfaltada que le resta mucha espectacularidad a la subida.