La demanda de coches de ocasión supera a la oferta
La contracción de las ventas de vehículos de primera matriculación por la crisis económica se puede interpretar de distintos modos; desde la menor renta disponible a la no necesidad de tener un medio de transporte para acudir el trabajo… entre otros muchos factores. En algunas Comunidades Autónomas de España de cada cuatro vehículos que se venden, tres son de segunda mano.
Eso sólo refleja la tendencia a adquirir vehículos de segunda mano, a un precio menor que un vehículo nuevo, la mejor opción para quien no tiene el suficiente dinero o no está seguro de poder pagar un vehículo nuevo. Ahí han «resurgido» los vehículos de ocasión hasta el punto de que se dice que al mercado español español de vehículos ocasión le faltan unidades para cubrir la demanda que existe en la actualidad.
Al menos eso es lo que dice la patronal, Faconauto, en un informe que refleja como la demanda es un 12% superior a la oferta de vehículos: «Se está alargando la vida útil de los coches, por lo que muchas unidades que antes pasaban al circuito de usados ahora no lo están haciendo. Además, el poco movimiento en las ventas de coches nuevos está intensificando esta escasez. En 2012, la demanda fue de 1,6 millones de unidades, mientras que la oferta se quedó en 1,4 millones.»
Así, menos usuarios están poniendo a la venta sus vehículos usados para comprar uno nuevo, alargando la vida útil de los vehículos. Ése es el problema que actualmente está padeciendo un sector, que si bien en mi opinión está lejos de ser visto como una crisis o que la demanda sea insostenible.
Basta con acudir a cualquier página web de venta de vehículos de segunda mano para comprobar como sí se siguen vendiendo vehículos, sólo que las transacciones se realizan entre particulares. El motivo de esto es bastante simple: en el mercado de ocasión percibimos un menor dinero por nuestro vehículo y ahora con la crisis económica han aprovechado aún más para ofrecernos, si cabe, menos dinero. Si la oferta es menor que la demanda no es porque el consumidor deje de vender, pero sólo lo hace menos en puntos oficiales como concesionarios.
Fuente: Expansión
