Lotus estalla contra Pirelli
|Las reacciones no se han hecho esperar. La decisión de Pirelli de modificar los neumáticos ya ha levantado ampollas. Como era previsible, uno de los primeros en alzar la voz ha sido uno de los principales damnificados, en este caso Lotus. Concretamente ha sido su jefe, Eric Boullier, el que ha dejado clara su postura sobre el asunto haciendo un símil con el deporte rey. «Es como si deciden aumentar el tamaño de las porterías a mitad de una temporada«, ha declarado a ‘Canal Plus Francia’. El mandamás de la escudería comandada en el asfalto por Kimi Raikkonen ha asegurado sentirse “un poco decepcionado”. Y es que esto les afecta de forma directa.
Valga como eje central de su argumentación la segunda reflexión de Boullier: «A diferencia de Red Bull, que tienen una política de desarrollo del coche basado en la aerodinámica, nosotros nos encontramos entre los equipos, como Ferrari, que tuvieron en cuenta el factor Pirelli en el diseño del coche«. Más alto quizás pero más claro, imposible. Por primera vez en los últimos años, los mecánicos del equipo austríaco se han equivocado y han apostado al número equivocado. En igualdad de condiciones esto no se podría subsanar, al igual que Ferrari en su día no pudo enmendar sus errores. El agravio comparativo es, de nuevo, evidente a favor de los de Sebastian Vettel. Con decisiones como ésta, la organización de la Fórmula 1 hace un flaco favor al deporte, que ve como sigue habiendo actores protagonistas y secundarios, independientemente de lo que suceda en las carreras.
Ahora el trabajo que se le presenta a Lotus y Ferrari es arduo y, a todas luces, injusto. Todos sabíamos que el compuesto y la utilización de los neumáticos tendrían una importancia vital, así que la falta de planificación de Red Bull no tiene justificación alguna. Ahora veremos si en las próximas pruebas Sebastian Vettel empieza a subir puestos de manera sospechosa. También deberemos confiar en la pericia de Fernando Alonso, que hasta ahora ha controlado las gomas a la perfección y que en el futuro deberá adaptar de nuevo su forma de conducir. Esto supone un retroceso de un par de años que, aunque se venda que se hace por el bien del espectáculo, huele a leguas que sobre todo se hace para dar un empujoncito a los más poderosos. Sería de recibo, al menos, que ya no hubiese más cambios. Esto no es una broma, es un campeonato del Mundo.