Bolsamania

Los americanos han dejado de creer en el Salón de Detroit

Lincoln Continental

El Salón de Detroit era uno de los mayores salones del vehículo del mundo. Durante mucho tiempo fue la vitrina de América. Habría sido formidable en este año 2016, puesto que América está en pleno boom económico. Nunca antes se habían vendido tantos vehículos nuevos como en 2015, los americanos compraron 17,5 millones de coches el año pasado, y gastaron para ello 570 mil millones de dólares.

Ciertamente un negocio redondo para la industria del automóvil, con un petróleo cada vez menos caro. En realidad habría que superar el umbral de los 18 millones de matriculaciones en 2016, pero hubo facultades a la hora de descubrir un solo signo de esta economía floreciente en el Salón de Detroit.

La marca americana de prestigio Cadillac, no tiene nada que ofrecer de nuevo en su stand. No hay nuevos modelos, ni siquiera un concepto para hacer soñar a los americanos. Lo mismo ocurre con la marca Jeep, que tan sólo se limita a destacar los 65 años de su nacimiento, con una edición especial que lleva el logo 75. La marca más importante en volumen es tradicionalmente Chevrolet, pero no presentaba tampoco ninguna novedad destacada. Tan solo había dos medias novedades. La primera, una versión del Cruze, que fue presentado el año pasado con un maletero clásico, y la segunda, el Bolt, en el que descubrimos las características técnicas, el vehículo en realidad se estrenó una semana antes en Las Vegas.

En cualquier caso en Detroit se pudo descubrir el nuevo Lincoln Continental, y un SUV, el Buick Envision, mientras que el único concepto procedente de un fabricante americano era el Buick Avista. Pensamos que es el declive de la ciudad de Detroit lo que también afecta a su salón, ya que los fabricantes americanos prefieren otro tipo de salón como el de Chicago, el de Nueva York o el de Los Ángeles.

Foto – Roadandtrack