La lluvia beneficia a Fernando Alonso
El Mundial de Fórmula 1 ha tenido un comienzo lleno de intriga. La lluvia se erigió en protagonista de la tanda de calificación y la parte fundamental deberá disputarse el domingo a la una de la madrugada. Y es que el agua dejó muy poca tregua, ya que los pilotos sólo pudieron correr la Q1. De esta forma, la Q2 y la Q3 tendrán lugar seis horas antes de que dé comienzo la carrera. No obstante, las sensaciones para Fernando Alonso no fueron para nada negativas. El asturiano había marcado el segundo mejor tiempo, únicamente superado por Nico Rosberg.
Como ha ocurrido en los entrenamientos libres de pretemporada, estos resultados no pueden dar lugar a conclusiones certeras. Las condiciones climatológicas, como ya hemos reseñado, no eran las mejores y todos los pilotos tuvieron problemas para mantenerse en la pista. Sebastian Vettel comenzó muy bien, pero se terminó desinflando y acabó en la séptima posición. El contraste con la sesión de entrenamientos libres fue grande, pero no conviene hacerse demasiadas ilusiones, ya que en condiciones normal, lo más lógico es que los coches de Red Bull se impongan. También destacó el mal papel de Pastor Maldonado. El venezolano, que fue una de las revelaciones de la pasada temporada, comenzó con muy mal pie el presente curso deportivo y no se metió en la Q2.
Algunas voces dentro del paddock afirmaron que esta situación se podía haber evitado si la calificación hubiera comenzado antes, pero lo cierto es que la mayoría de los pilotos coincidió en que era peligroso continuar sobre el asfalto de Albert Park con la incesante lluvia. Con el agua también tuvo bastantes problemas el compañero de Alonso en el equipo del ‘Cavallino Rampante’. Felipe Massa no tuvo excesiva suerte y tendrá que pelear mucho si quiere estar en las primeras posiciones en la parrilla. La previsión para la carrera (que dará comienzo a las 07:00 de la mañana hora española) es que se intercalen nubes y claros. Según informaciones facilitadas por el Instituto Australiano de Meteorología, no lloverá en Melbourne. De todas formas, todo lo que haga que convierta a la prueba en una locura beneficiará al líder de Ferrari, que siempre se ha manejado a la perfección en este tipo de carreras. Sea como fuere, la suerte está echada y por fin ha llegado la hora de la verdad. El objetivo es claro: derrocar de una vez por todas a Sebastian Vettel. ¿Será posible?
