La limusina, el vehículo de los ricos y famosos
|Todos identificamos a las limusinas como los «vehículos de los ricos y los famosos», los que llevan a las estrellas de cine a la gala de los Oscar o a los millonarios de compras por la Quinta Avenida. Sin embargo, sus orígenes son muy humildes y en los últimos años además han dejado de ser un lujo exclusivo de los más poderosos.
De vehículo de campesinos a coche para millonarios
La limusina fue un invento de los campesinos de principios del siglo XX en la zona de Limousin (de ahí el nombre), en el centro de Francia. Su aspecto, obviamente, dista mucho del de las actuales limusinas, pero el concepto es el mismo: un vehículo en el que el compartimento del conductor estaba completamente separado del resto, que en realidad es una «habitación con ruedas» utilizada en ese caso para transportar animales de granja o productos del campo.
La evolución de este vehículo fue espectacular, convirtiéndose en un privilegio de ricos y famosos: jefes de Estado, jeques del petróleo, celebrities… La mayoría limusinas entonces eran de color negros en color. La limusina clásica está hecha a partir del chasis de un sedán normal (generalmente de marcas como Mercedes, Bentley, Rolls Royce, Lincoln o Cadillac) cortado a la mitad y extendido de modo que la distancia entre ejes se alarga hasta el límite de lo recomendable.
Normalmente los asientos que se encuentran en el coche son reemplazadas por sofás y un mueble bar, pantallas de televisión y otros artículos de lujo.
Otra de las características de la limusina clásica es que el chófer debe lucir un impecable uniforme y debe descender del coche para abrir y cerrar las puertas de los ocupantes de su interior.
Años 90: la democratización de las limusinas
Los tiempos han cambiado y la imagen de la limusina también. Tener una limusina en propiedad sigue siendo un lujo reservado a los más poderosos, pero ahora también cualquiera alquilar una limusina por un período corto de tiempo y sentirse así como el mismísimo Rockefeller, aunque solo sea por un día. Es la «democratización» de la limusina, a partir de la década de los 90.
Otro de los cambios es que el negro ya no es el único color posible para las «limo». Ahora se pueden encontrar limusinas de colores tan estridentes como rosa y amarillo o con diseños de fantasía.
La cultura de la limusina ha arraigado en Estados Unidos mejor que en ningún otro lugar. Las principales ciudades del país ofrecen servicios de alquiler de este tipo de vehículos. Bodas, cumpleaños o las clásicas fiestas de graduación que vemos en el cine y las series de TV son los eventos en los que no puede faltar la limousine. Un lujo asequible a casi todos los bolsillos.
Fotos – Northwestlimo