La estrategia de futuro de Opel
|Opel no pasa por ser otro de los muchos fabricantes de automóviles con problemas económicos. Desde el más alto nivel de Opel, llegan informaciones de la intención de la marca de volver a la senda del crecimiento y del éxito. Lo último que se les pasa por la cabeza es abandonar y tirar la toalla de la marca Opel. Pero para ello, dependen de GM.
Las datos en Europa una primera señal.
Por vez primera y contrario a la tendencia de mercado, la marca no ha perdido cuotas de mercado en Europa. Motivo de ésta recuperación de la caída de ventas es entre otros el Mokka. Opel ha cosechado buenos éxitos tanto con el Mokka como con el Opel Adam. Éxitos que se traducen en dinero contante y sonante. A fecha de hoy cuentan con 120.000 reservas del Mokka y en caso del Adam son 50.000. Si bien éste éxito comercial y de ventas ayuda a la marca, los problemas estructurales persisten
Pero éstos datos repuntan el ánimo. Desde la gerencia dicen que están consiguiendo animar las ventas. Claro, cosas que ya han dicho predecesores al actual nuevo director general de Opel.
No obstante, Karl Thomas Neumann, lleva a cabo acciones reales. Empezando por la salida del mercado australiano. También han llevado a cabo disminución de costes en materias primas y se han juntado con PSA en compra conjunta de materiales. Lo que sigue siendo un hueso duro de roer es bajar los costes fijos de las fábricas. Cierre de fábricas y la reducción de turnos de trabajo son acciones por las que hay que pasar imprescindiblemente.
Opel depende de la buena voluntad de GM.
Todos estas acciones e intenciones futuras, pasan por ser aprobadas por GM. Dice Neumann con seguridad, que los norteamericanos lo apoyan. Continúa diciendo, que Opel es parte de GM y en consecuencia se tienen que concentrar en su parte del trabajo. Y empezar por Europa es por lo pronto, un buen comienzo. No obstante la buena voluntad no es suficiente, y para ello Opel prepara una ofensiva de modelos para 2016.
La estrategia continúa en gestionar las empresas filiales de GM por manera separada e independiente. El ejemplo Chrysler y su bancarrota del pasado es clarificante.
Finalmente, se espera mucho del estudio «Monza». Un estudio que aúna la marca con tiempos gloriosos del pasado.