La eficacia de llevar puesto el cinturón de seguridad
|La mayoría de los fabricantes de coches integran un sistema de cierre del cinturón para preservar el contacto del cuerpo con el asiento en todo momento, y siempre en función del tipo de golpe sufrido.
Por esta razón, se desaconseja incluir otro tipo de dispositivos que intenten distender la presión del cinturón, bajo pretexto de una mayor comodidad, con el riesgo de disminuir la eficacia para el que había sido concebido el cinturón en un principio.
Un argumento de peso para llevar puesto el cinturón de seguridad es el civismo, ya que cada adulto, conductor o pasajero, contrae una serie de responsabilidades a ojos de la ley, por una parte, y hacia los demás ocupantes por otra, así como hacia los servicios de socorro, los hospitales, y centros de reeducación que todos los años gastan enormes sumas de dinero por culpa de los accidentes de tráfico.
Toda persona que viaja en un vehículo, sin límite de edad, está sometida a la obligación de llevar puesto el cinturón de seguridad. En particular, los niños, no pueden en ningún caso, compartir un asiento para dos. Por otro lado, incumbe al conductor asumir la responsabilidad de llevar pasajeros menores de edad.
El ajuste del cinturón de seguridad
Una serie de fuerzas importantes entran en juego durante una colisión. Con el fin de minimizar el incidente de estas fuerzas sobre los ocupantes del vehículo, los ingenieros que fabrican los coches conciben los cinturones de seguridad de manera que puedan retener sólidamente, tanto al conductor como a sus ocupantes en sus asientos, y que puedan «soportar» la colisión, evitando así todo contacto con las paredes interiores del vehículo.
Cuando el cinturón subabdominal y el cinturón diagonal están bien ajustados, las fuerzas de colisión se distribuyen sobre las partes más sólidas del esqueleto humano, y las consecuencias del impacto son mucho menos traumáticas.