La colección privada de coches de Paul Walker sale a la venta

Que a los humanos nos atrae el morbo es cosa sabida, por eso no es de extrañar la expectación que ha levantado el anuncio de que se van a poner en venta la flota de coches que el difunto Paul Walker guardaba en su garaje. Una colección de lujo que el actor californiano de 40 años fue coleccionado a lo largo de su carrera, interrumpida brutalmente por un accidente el año pasado.

Ya entonces informábamos en kmph.es de que su Nissan Skyline GT-R azul, el que condujo en dos de las películas de la saga Fast and Furious, había salido a subasta por un millón de euros. Ahora les llega el turno a los coches que conducía lejos de la ficción. 30 flamantes modelos a la venta.

A algunos les puede parecer feo o incluso darles algo de repelús conducir el coche de un muerto, por muy famoso que éste sea. Para otros en cambio es una magnífica oportunidad que no se puede dejar pasar. En Hollywood es una práctica habitual: los objetos personales de las celebrities salen a subasta y millones de personas de todo el mundo suspiran por ellos. Eso sí, solo los más adinerados pueden aspirar a adquirirlos.

los coches de Paul Walker forman un  lote de 30 vehículos de diferentes marcas (BMW, Audi, Porsche…) que serán vendidos por Always Evolving Racing, una empresa fundada por Walker y su amigo Roger Rodas, el hombre que murió con él en ese fatídico accidente al norte de la ciudad de Los Angeles.

El dinero que se obtenga con la venta de la colección de coches de Walker irá a parar a su patrimonio del que su  única hija de 15 años es la principal heredera.

Fotos –Motoradictos