KIA SOUL 2.0 GDI
Hace cinco años el Kia Soul fue algo así como un revitalizante para la matriz de Hyundai. Con él se alejaron del típico coche unitario de masas a un modelo de coche con estilo de vida propio. Motivados por un exterior de marcado carácter de cantos pronunciados y por un precio justo, muchos han optado por éste modelo. No obstante el anterior modelo contaba con sus debilidades como los plásticos duros y sus faltas de emociones del interior. Cosa que en el próximo modelo que saldrá al mercado en unos meses es distinta. Contará con un instrumentaje ordenado, claro y preciso en formato digital. Además, ahora, las superficies del interior dejarán de ser rudas al tacto pues se les coloca debajo correspondientes materiales esponjosos.
Tendrá un largo de 4,14 metros que deja espacio en la bancada trasera a personas adultas. El maletero aumenta en capacidad de los 340 a los 354 litros, siendo ésta una capacidad en el fondo, limitada. Matices como un suelo de maletero ligeramente inclinado y una bandeja trasera fofa también dejan que desear. No obstante el portón trasero se eleva por encima de los 1,80 metros lo que es una ventaja para personas altas y a su vez al ser un portón grande hay mucha libertad de carga.
Un coche que tiene familiaridad con el Kia Ceed. Se nota ante todo sobre el asfalto. La carrocería nueva se compone en un 66 por ciento de acero super- y superultraduro. Ésta rigidez de la plataforma trae intrínsecamente muchas consecuencias positivas consigo. Los ruídos en el interior son menores y cuenta con columnas delanteras más estrechas. Gracias a esto el conductro tendrá una mejor visión a la redonda de lo que ocurre a su alrededor. Otra consecuencia positiva son una conducción de curvas más precisa así como un conjunto en su todo más confortable. Del Ceed también se han tomado los tres modos de conducción: confort, normal y sport.
Un motor de dos litros GDI con 164 caballos resulta en una efectividad de carácter pobre. Cuesta arriba el coche deja que desear y la combinación con seis marchas automático no es la mejor. Las marchas no llegan a engranar bien y con el coche cargado se denota la falta de aire del agregado. No obstante, quien compra un Kia Soul no busca exactamente temperamento sino más bien se inclina por su aspecto sencillo y simpático. Igual que hace cinco años.
Foto: autoblog
