Justin Bieber vuelve a acabar en manos de la Policía
|Quizás las estrellas deberían tener clases de conducción extra. Además de protocolo, de dialéctica y de muchas cosas de las que carecen. En este portal ya os contábamos no hace mucho las peripecias de uno de los futbolistas más famosos del planeta: Cristiano estrelló su coche hace ya años y ahora el modelo se subasta por internet. Ver para creer. Ahora nos toca hablar de Justin Bieber, el ídolo de la mayoría de adolescentes del mundo desarrollado (obviamente, en África las preocupaciones son otras bien distintas). El cantante ya fue detenido en el mes de julio por conducir “como un maníaco” (palabras literales de la Policía) por Los Ángeles. En ese momento alegó que escapaba de los paparazzis.
Hay que reconocerle al joven solista su ingenio al volante, ya que su estrategia para despistar a los fotógrafos ha cambiado radicalmente. En el caso que nos ocupa Bieber apostó por reducir al límite su velocidad. De esta forma -pensó- los paparazzis le pasarían y él podría cambiar tranquilamente de rumbo. La persecución no duró demasiado, ya que el cantante paró su Ferrari 458 Italia en un semáforo, donde sus perseguidores le recriminaron su manera de conducir. Ahí es cuando empieza el lío, ya que Justin dejó el coche parado cuando la luz se puso verde, lo que desató el enfado generalizado del resto de conductores.
El resultado del incidente fue un atasco de considerables dimensiones, ya que el protagonista de nuestra historia tardó bastante en arrancar. Está claro que Bieber no lleva demasiado bien lo de los fotógrafos y tampoco mantiene una relación muy fluida con la autoridad, ya que ha sido detenido en cinco ocasiones en total. Una de ellas (quizás la más llamativa) se produjo cuando iba al volante de su Cadillac CTS-V tuneado como un Batmóvil. Aquella vez fue por realizar un cambio a la izquierda inseguro.
El adinerado adolescente tiene un garaje repleto de juguetitos: además de los vehículos citados anteriormente, también posee un Fisker Karma cromado, un Porsche 911 y un Lamborghini Gallardo Spyder. El chico no tiene mal gusto eligiendo, aunque sí que es hortera cuando se decide a personalizar un coche. Es increíble que alguien que tan sólo tiene 18 años (los cumplió en el pasado mes de marzo), haya tenido tantos altercados estando detrás de un volante. Estaremos muy atentos porque seguro que Justin Bieber la volverá a liar con uno de sus bólidos dentro de poco…