Jim Glickenhaus y el coche más caro del mundo
|El diseñador belga Lowie Vermeersch está enfrascado en el proyecto más ambicioso de su carrera: diseñar el coche más caro del mundo. El ex director de diseño de Pininfarina tiene ahora su propio estudio a caballo entre las ciudades de Turín y Bruselas. Salió de la firma italiana allí tres años y ahora planea crear un coche cuyo precio podría dispararse por encima de los 3.000.000 €.
El otro personaje necesario para poder hacer realidad esta idea se halla al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos. Su nombre es Jim Glickenhaus (foto), un multimillonario aficionado a los coches apodado por sus amigos como Teminator, lo que ya da una ligera idea de su carácter y su poder.
De la calle al circuito y viceversa
Ha sido Glickenhaus quien ha encargado a Vermeersch el diseño de un coche a medida, un despampanante vehículo para moverse por la ciudad pero que en un momento dado pueda servir para correr por un circuito e incluso participar en alguna que otra carrera. El dinero no es problema: el americano pone dos millones de euros sobre la mesa más un millón adicional para lo que él llama «Competition pack».
Pero ahí no se queda la cosa: el ambicioso Glickenhaus quiere también lanzar su propia marca, con la colaboración de Paulo Garella, otro ex Pininfarina. La primera piedra sería el SCG003, un modelo con un motor de doce válvulas y doble turbo que sería lanzado a modo de prueba sobre el asfalto del circuito alemán de Nurbürgring en menos de un año.
Este coche podría, gracias a un kit de conversión que incluiría un cambio de motor, transmisión y asientos, participar en competiciones y después de la carrera volver a ser un coche «normal». El sueño de Glickenhaus es, como él mismo explica, «salir con el coche de fábrica desde Turín, montarlo para competición en Le Mans para disputar las 24 horas y luego transformarlo de nuevo en un coche al uso para llegar a tiempo de cenar en París». Impresionante.
Fotos – Le Soir